¿Libres?

6K 456 13
                                    


Despierto en una habitación de hospital y las últimas imágenes vividas regresan a mi mente, pasan una y otra vez en cámara lenta, de inmediato la desesperación me embarga y trato de incorporarme, necesito saber de Christian, me detienen sosteniéndome por los hombros.

- Tranquila Ana, todo está bien-. Es Gail quien está a mi lado.

- ¿Dónde está Christian?, ella le disparó, ¿cómo está?, por favor Gail llévame con él.

- Ya, cálmate, él esta bien, tenia un chaleco antibalas, lo están atendiendo, si está lastimado pero no mal herido, el chaleco absorbió la bala pero no la fuerza del impacto en su pecho, eso fue lo que le ocasionó el desmayo-. Tiemblo de sólo pensar en lo que pudo haber pasado, el recuerdo de su cuerpo inmóvil me persigue, no puedo esperar necesito verlo, intento nuevamente incorporarme. – Tranquila Ana, créeme la bala no atravesó su cuerpo, él está fuera de peligro. Lo tendrán en observación por 24 horas y si reacciona favorablemente podremos irnos-. A medida que voy asimilando sus palabras, siento que mi alma regresa a mi cuerpo y suelto un largo suspiro.

- Gracias Dios, gracias, gracias-. No puede dejar de agradecer que él esté vivo. Siento una paz indescriptible.

- Ana, necesito que se quede tranquila mientras le aviso al doctor que ha despertado, él será quien autorice si puede ir a ver al Sr. Grey.

- Anda por favor, pronto, quiero verlo, necesito ver con mis propios ojos que él está bien.

----

Ingreso a su habitación con todo el temor desbordando por mis ojos, apenas lo veo me lanzo sobre él.

- Christian mi amor, dime que estás bien, por favor háblame.

- Tranquila nena, estoy bien, me duele el pecho pero de esta no me voy a morir. ¿Y tú?. ¿cómo te sientes?. Estaba preocupado por ti.

- Estoy bien, me asusté mucho cuando te vi inmóvil, creí que, que...-. Mi voz se quiebra y él pasa su mano por mi cabello con ternura.

- Shhss, no, no llores nena... voy a estar bien, ¿cómo crees que iba a olvidar que me pediste que también me protegiera?. Sabes que tus deseos son órdenes para mí y mi fin último es complacerte.

- Gracias, gracias por escucharme, te amo tanto, quise morir cuando creí que te había perdido.

- Y yo casi muero cuando te vi allí, ¿por qué fuiste a ese lugar?, ¿por qué te metiste en la boca del lobo?.

- Ella me escribió, me dijo que se iban a encontrar para retomar su relación, estaba muerta de celos y de dolor al pensar en esa posibilidad pero luego comprendí que era una trampa y me sentí aún peor porque supe que te estabas exponiendo a los arranques de locura de esa mujer y no lo podía permitir-. Le explico con mi voz temblorosa, las lágrimas rodando por mi rostro y mis manos acariciándolo.

- Ya mi amor, olvidemos esta pesadilla, ya todo acabó. Al fin podremos retomar nuestra vida, al fin somos libres y seremos felices como lo hemos soñado.

No puedo tranquilizarme, siento una extraña mezcla de alegría y angustia. De algún modo siento dentro de mí que esto no ha terminado pero prefiero escuchar y creer en su optimismo. En vez de manifestarle mis temores, le digo:

- Muéstrame donde te impactó.

- No, nena olvídalo, no quiero que te angusties más, fue aquí cerca del centro del pecho, tengo el área inflamada y enrojecida, ya me aplicaron un analgésico en crema y me administraron anti_inflamatorios orales, en unos días estaré como nuevo y todo esto será un mal recuerdo.

- ¿Y tu familia?, ¿ya lo saben?.

- ¡NO!, no quiero que se preocupen por esto, ¿para que decirles?, ya pasó y eso es lo importante, ¿te imaginas?, a mi madre le daría un infarto y mi padre me lo reprocharía día tras día, es mejor dejarlos en la ignorancia. Todo se manejó en forma muy discreta, no transcenderá a los medios. Terminó, todo está bajo control, así que ya tranquilízate y olvídalo.

- Pero no lo entiendo Christian, ¿por qué hiciste eso?, no era parte del plan.

- Cariño, ya no soportaba estar más tiempo lejos de ti, así que le propuse al Detective Mejer la idea de tenderle una trampa a Leila, al principio no quería aceptarla pero le insistí y finalmente le dije que si no me apoyaba actuaría por mi cuenta entonces accedió, aunque creo que se confiaron demasiado, se centraron en mí y este nuevo plan y te descuidaron, tú no tenias porque estar allí, creo que las cosas se salieron de control, lamento que Leila haya tomado una decisión tan terrible, eso solo demuestra que su locura estaba fuera de todo límite.

----

Estuve tres días sin asistir a mi trabajo, me reporté enferma para no entrar en los escabrosos detalles de mi agitada realidad, apenas llego Claire viene a mi lado como siempre y me reporta las novedades.

- Hola, ¿cómo sigues?. Se te acumuló la correspondencia, toma ya sabes que hacer, por cierto el Señor Hyde está de viaje a NY tienes que encargarte de atender sus llamadas y tomar nota de sus mensajes. Atenderás a sus visitantes y cualquier cosa que consideres que debe saber de inmediato lo llamas a su móvil. Por cierto veo que tus acompañantes volvieron-. Me dice con una sonrisa.

- Si, Christian y yo resolvimos nuestras diferencias, insistió en que aceptara la seguridad, no lo creo necesario pero es muy persuasivo, no pude negarme.

- Que bien, eso demuestra que se preocupa mucho por ti.

- Se preocupa demasiado.

- Nos vemos luego-. Y se regresa a su puesto de trabajo.

Enciendo mi PC y comienzo a clasificar la correspondencia, casi me infarto cuando veo dentro del montón un sobre sin sellos ni remitente. ¡Oh! ¡no!, ¡no puede ser!, ¿ahora quien quiere torturarme?, ¿es que no van a dejarnos en paz nunca?.

Rápidamente abro el sobre y extraigo la fotografía que hay dentro, en la misma estoy yo saliendo de mi consulta con el Dr. Jefferson, seguramente Leila la envió ese mismo día para que no se me olvidara que me tenía vigilada, la estoy recibiendo con retraso por mis días de ausencia. La rompo y la echo a la basura, ya todo terminó y debo seguir con mi vida. Continuo mi rutina y a media tarde suena mi móvil, es Christian.

- Hola Nena.

- Hola mi amor.

- Llamé a mi madre y le dije que mañana iremos a cenar con ellos, prepárate porque les daremos la noticia sobre nuestra boda.

- Pero Christian ¿seguro que estás en condiciones de andar por allí?, yo creo que todavía estás muy lastimado, esa inflamación no ha disminuido casi nada.

- Tranquila nena, no me duele tanto, además no voy a hacer nada que me pueda generar ninguna complicación-. Suspiro exasperada, siempre quiere tener la última palabra.

- De acuerdo, iremos... Christian también debemos planificar una comida con Ella Patterson ella quiere reunirse con nosotros, tiene algo que decirte.

- Uhhh. ¿Y para qué?, ¿qué tiene que decirme?, apenas nos conocemos.

- No lo tengo muy claro, pero me dijo que era muy importante y no quiere regresar a Georgia sin hablar contigo.

- Bueno ya revisaré mi agenda para definir eso. Te quiero nena, cuídate mucho.

- Yo también te quiero. 

Ya quiero que él sepa la verdad sobre su origen pero siento mucho temor sobre su reacción a esa revelación, ¿cómo la enfrentará?, ¿mi amor será suficiente para ayudarlo a asimilar la realidad que está por mostrarse ante sus ojos?. 

Christian AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora