¡Aléjate!

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PoV Anastasia.

Sigo en shock por el mensaje que he recibido de esa mujer, pero ¿cómo supo mi dirección de correos?, me siento hundida, las lágrimas fluyen y trato de recomponerme, estoy en el trabajo no puedo permitir que los problemas personales se interpongan en mi ámbito laboral.

- Ana, ¿estás bien?, ¿por qué lloras?, ¿te sientes mal?.

- No, no Claire. No es nada, solo me entristecí porque mis amigos están en el hospital por un accidente, espero que se recuperen pronto. No pasa nada.

- Te traigo la correspondencia, debes revisar muy bien, muchas son de aspirantes a escritores que ruegan por una oportunidad para sus manuscritos. Selecciona las que consideres de interés antes de pasárselas al señor Hyde. Bueno espero que tus amigos se recuperen pronto.

- Gracias, yo también.

Comienzo a revisar la correspondencia y hay varias respuestas a las cartas que enviamos hace algunos días. Otras son correspondencias bancarias, publicidad, invitaciones para Jack y muchas de las que describió Claire y de pronto me encuentro con un sobre dirigido a mí, ¿Eh?, un sobre blanco sin remitente ni sellos y ya sé de qué se trata. Lo abro rápidamente y hay dos fotografías tomadas en la azotea del Escala, en una, esa mujer tiene un cuchillo muy cerca de mi garganta pero no se ve su rostro solo su mano. La volteo y tiene escrito: "Si no lo dejas esto te pasará, y entonces...". La otra es un selfie donde ella tiene sus labios muy cerca de la mejilla de Christian, tal como si lo besara, la volteo y dice "el será mío...para siempre".

Esa mujer en verdad está muy loca, pero ha cometido un error y lo aprovecharé para liberarme de ella, tenemos que sacarla de nuestras vidas definitivamente. Esta noche le contaré todo a mi novio, esa mujer no podrá separarnos.

......

Tal como lo acordamos, Christian llega a las doce para llevarme a almorzar, lo noto algo distante, muy pensativo. Hacemos el recorrido en silencio pero a medio camino no soporto más.

- Amor, ¿te sientes bien?, te noto extraño.

- Ehh, estoy bien, solo que tengo algo que decirte.

- Dímelo de una vez.

- No, lo conversaremos durante la comida, es algo muy importante-. No me gusta para nada su tono de voz, algo lo está atormentando. No puedo decirle lo que me pasa, no quiero preocuparlo más, se nota muy afligido, parece angustiado.

- De acuerdo-. Seguimos en silencio, mi cabeza está a punto de estallar por el torbellino de pensamientos que chocan buscando una salida a esta situación. Llegamos al restaurant y enseguida nos ubican una mesa en un rincón muy acogedor e intimo. Ordenamos aunque no sé como haré para comer con tanta presión sobre mí.

- Bien, Christian, que es lo que tienes que decirme-. Tiene su mirada fija sobre la mesa. Su respiración es entrecortada, al fin logra articular palabras.

- Ana, he... decidido terminar con lo nuestro.

- ¿Qué?, ¿por qué?-. No puedo creer lo que estoy escuchando.

- Yo...yo...he comprendido que no mereces a alguien tan dañado, tan monstruoso como yo, aunque no quiera terminaré por hacerte daño, lo mejor es que te alejes de mi.

- ¡No!, te prometí que nunca iba a dejarte y no lo haré.

- Entonces lo haré yo, me mudaré a Francia esta misma semana. Ana entiéndelo he comprendido que no puedo dejar de ser quien soy, yo soy un dominante, un amo, un sádico, disfruto haciendo sufrir a jovencitas como tú, ya no puedo controlar los deseos que siento de ponerte en mis rodillas y castigarte cuando me desafías o me llevas la contraría, llegará el momento en que no pueda contenerme y te haré daño-. Esto no puede ser cierto, las lágrimas se evaporan en mi lagrimal antes de salir por el fuego que emiten mis ojos.

- Eso no puede ser cierto, Christian ¿qué está pasando?, tú me amas, yo lo sé, así lo siento, me lo has dicho infinidad de veces, hace apenas unas horas me lo repetías, me has pedido de mil maneras que no te deje y ahora me dices que te vas, no, no, sé que me mientes, yo he aprendido a conocerte, más de lo que imaginas, dime ¿Por qué haces esto?. ¿por qué me estás mintiendo?-.

Algo muy raro está pasándole, este no es mi novio, ¿Dónde está el que me ha repetido hasta el cansancio que soy su luz, que alejé la oscuridad de su vida, que ahuyenté sus fantasmas, que cambié su vida?. ¿Qué le pasa?, ¿qué?, ¿Acaso ella también lo está atacando?.

- No te miento, es la verdad, estoy reconociendo lo que me negaba ha aceptar. Nunca podré dejar de ser quien soy.

- Si mientes, tú ya no eres ese hombre, ese se esfumó de tu vida-. Tomo su cara entre mis manos. – Eres un hombre bueno, noble, amoroso, romántico, sensible y yo te amo, yo también te amo con todo-. Beso sus labios y él suspira profundamente. - Es por esa mujer ¿verdad?, ¿te está acosando?, ¿te está amenazando?, y ¿vamos a permitir que una desquiciada determine nuestra vida?, ¿qué destroce nuestros sueños?-. Me mira con los ojos anegados en lágrimas.

- ¿Por qué dices eso?, ¿te está molestando?.

- ¡Si!.

- ¿Qué te hizo?, ¿Qué te dijo?. No quiero que estés en peligro, no puedo permitir que vuelva a lastimarte-. Habla agitado, destila desesperación.

- Entonces es eso, tienes miedo por mí, ¿es por eso que quieres dejarme?-. Se limpia una lágrima que rueda por su mejilla.

- Ana, compréndelo, prefiero perderte antes de exponerte a mayores peligros. Ya una vez casi acaba con tu vida, No puedo permitir que eso vuelva a ocurrir.

- ¿Y entonces, dejaremos que ella marque la pauta?, ¿qué ella decida nuestro futuro?, ¡no!, yo no se lo voy a permitir. La otra vez me agarró desprevenida, ahora estaré preparada-.

- No puedo permitir que ella se acerque a ti, ¡está loca!, ¿no te das cuenta?, no le importa nada, ni el contrato de confidencialidad, ni la policía, ni nada. No tenemos opción Ana, ella ganó-. Vemos que el mesonero se acerca con nuestro almuerzo.

- No, ella no ha ganado aún, esta noche continuaremos, esta conversación no ha terminado.

....

Christian AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora