El plan

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Llegamos al Escala y Christian ya no puede mantenerse despierto, todo el licor que ha ingerido está haciendo estragos en él, hago que lo lleven directamente a la habitación.

- Cariño... Hip, ven aquí conmigo... yo ... yo... te amo... no vas ... a dejarme... ¿verdad?-. Me hala de la mano hacia la cama. Me siento en el borde.

- Ya, duerme por favor, descansa, necesito que estés consciente para que podamos resolver esta situación.

- Pero... no te vayas... nunca... nunca...

- Claro que no, nunca, tú eres mi hogar...-. Me recuesto a su lado mientras acaricio su rostro, poco a poco va quedándose dormido. Como puedo lo desvisto y lo cubro con una manta. Salgo a la cocina.

- Gail, por favor necesito que prepares una sopa de pollo para que Christian la coma cuando despierte, necesitará hidratarse para reponerse de la resaca que tendrá, bebió demasiado.

- Enseguida señorita Steele.

- Ya te he dicho, solo Ana.

- De acuerdo, Ana y usted ¿qué va a querer para cenar?.

- No tengo mucha hambre, un bocadillo será suficiente-. Taylor se acerca hacia nosotras.

- Señorita Steele, la señora Lincoln esta subiendo.

- Vaya lo que faltaba. Me tocará atenderla para saber que es lo que quiere. Llévela a la sala por favor.

- Enseguida-. Suspiro profundamente armándome de paciencia para enfrentarme a esa bruja. Me encamino a la sala, la veo desde lejos y tiene una sonrisa de oreja a oreja porque cree que Christian vendrá a recibirla pero cuando me ve su expresión se contrae aunque trata de disimular.

- Anastasia querida, ¿cómo estás?-. Me saluda con cariño, como si en verdad me quisiera, pero su voz es tan fingida como mi sonrisa. Sólo trata de ocultar, delante de Taylor, que me odia. Le hago una inclinación de cabeza y éste desaparece dejándome a solas con esta arpía.

- Muy bien, gracias Elena y ¿a qué debemos el honor de su visita?.

- Ahh, sólo quería saludar a Christian, antes salíamos con frecuencia a comer o a tomar algo pero últimamente no tiene tiempo ni para saludarme por teléfono.

- Será que ahora tiene cosas más importantes que hacer-. Mi boca suelta sin filtro lo que cruza por mi mente y me siento avergonzada, nunca me permito faltas de educación pero es que esta bruja me descoloca, estamos en este mal momento y ella se aparece a molestar.

- ¿O será que no lo dejas ni respirar?, desde que te conoció andas pegada a él como un chiclet asoleado-.

¿Eh?, ¿qué tal ésta?, no soy la única con falta de educación. Pienso en aguantarme una respuesta ácida que tengo en la punta de la lengua pero la dejo salir.

- ¡Si!, yo estoy pegada a él y él está pegado a mi, estamos pegados uno al otro porque es lo que queremos, lo deseamos, nos amamos, aunque quisieras que estuviera pegado a ti ¿cierto?.

Ella respira conteniendo su frustración y continúa. - ¿Y por qué estás aquí hoy?, ¿dónde está Christian?.

- Elena querida te actualizo las noticias-. Le digo con sarcasmo.

Número 1. Yo vivo aquí, mi novio me lo ha pedido con tanta insistencia que no pude negarme.

Número 2. Mi novio está durmiendo porque le duele un poco la cabeza.

Numero 3. No voy a despertarlo porque tú hayas venido.

Así que deseo que pases buenas noches.

Christian AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora