No huyas.

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Comemos muy poco y en silencio, aunque quiero terminar esta conversación es mejor dejarlo para luego, ya falta muy poco para regresar al trabajo. Además necesito pensar muy bien como voy a convencer a Christian para que me permita llevar a cabo el plan que se me ha ocurrido. Estoy segura de que se negará, dirá que es muy arriesgado y que me expone demasiado pero si él no tiene una idea mejor lo haremos a mi manera y que Dios nos ayude. Estoy dispuesta a escuchar todas las opciones menos esa de separarnos realmente. No voy a perder al amor de mi vida por los delirios de una perturbada. Eso si que ¡NO!.

...

Regreso a SIP y hago mi mayor esfuerzo para cumplir con mi faena, pero mi cabeza no deja de dar vueltas a todas las opciones que se me ocurren, evaluando pro y contra en cada caso y regreso al plan original, creo que ese es el que realmente nos permitirá sacar a esa mujer de nuestras vidas. No dejo de mirar el reloj una y otra vez, deseo que llegue la hora de salida, la angustia me está matando, Christian no se ha comunicado en toda la tarde, me preocupa que se sienta impotente ante esta situación y se deje vencer. El es un hombre fuerte pero cuando se trata de mi seguridad se torna débil, se siente culpable porque esa mujer me apuñaló porque está obsesionada con él. Ya quiero que sean las cinco.

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Al fin llega la hora de salida y Christian no vino por mí, siento una punzada en el pecho. Esto no pinta bien, me voy con Sawyer y Prescott, llego al Escala y él no está.

Voy a todas las habitaciones y nada, en el área de seguridad encuentro a Taylor.

- Buenas tardes Señorita Steele.

- Buenas tardes Taylor. ¿Dónde está Christian?.

- No lo sé señorita, después del almuerzo no regresó a la oficina, me ordenó volver aquí y se fue solo, le insistí pero no me permitió acompañarlo.

- El está mal, necesitamos localizarlo-. Me mira con duda, siento que va a negarse y no lo dejo contestar. – Taylor es muy importante que lo encontremos, esa mujer Leyla, me envió correos amenazando con matarlo, él está corriendo peligro, no podemos permitir que esté por allí solo y sin protección.

- Entiendo señorita, enseguida rastreo su móvil.

- Gracias Taylor, seguramente se va a enojar pero no te preocupes, yo asumiré la responsabilidad, le diré que te obligué, que te lo exigí.

- No es necesario señorita, la seguridad del señor Grey es mi responsabilidad.

- Avísame por favor-. No contesta. Salgo a mi habitación con la impresión de que no me dirá nada, avanzo a paso apresurado, llego y me cambio por unos vaqueros con camiseta y converse, nadie va a detenerme yo misma iré por él. No voy a permitir que termine nuevamente en el hospital o algo aún peor. Me doy prisa para que Taylor no pueda evadirme. Quisiera tener un arma para defenderme y defenderlo, hace algunos años iba al campo de tiro con mi padre y con Brat pero desde que me mudé a Seattle deje de practicar. Salgo y voy a la oficina de seguridad justo cuando Taylor se está preparando para salir.

- ¿Ya lo ubicaste?-. Me mira con recelo. 

- Si, señorita Steele, voy por él.

- Yo también voy.

- No señorita, el señor Grey se molestará mucho. Además ese no es un sitio para usted.

- ¡Ahh!, entonces está en un sitio inadecuado. Pues voy a ir quieras o no. El me va a oír. Ya te lo dije, yo asumiré la responsabilidad, aguantaré su mal humor, su ira y sus gritos si es necesario pero no voy a permitir que huya o se escape por la vía más fácil. No voy a aceptar que se comporte como un cobarde-. Me mira petrificado, no sabe que decir. Suspira hondo y luego habla con resignación.

- De acuerdo vamos, llevaremos a Sawyer con nosotros.

- Bien.

Avanzamos y ellos intercambian miradas, sé que no están contentos con que los esté obligando a esto, no soy su jefe pero saben que soy la prometida de Christian y no se atreven a contradecirme abiertamente. Llegamos a un lugar que con solo ver la fachada ya sé que se trata de un bar.

- Usted esperará aquí con Sawyer-. Me ordena Taylor.

- ¡No!, vine a buscarlo y yo misma lo sacaré de aquí, no pueden impedírmelo-. Les digo imprimiéndole fuerza a mi voz para hacerme sentir. Taylor salta con sus argumentos. 

- Comprenda, señorita Steele, este no es un sitio para una dama como usted, espere aquí por favor.

- Taylor, yo no vengo a socializar, buscaré a mi novio y saldremos de aquí en menos de un minuto, ¡vamos!-. Y sin esperar respuesta, salto del vehículo mientras me dirijo a la entrada del lugar. No tienen más remedio que seguirme. Al verme con dos escoltas enseguida me abren paso, recorro el lugar tratando de encontrar a Christian, lo visualizo sentado en una mesa en un rincón, con una botella de licor entre sus manos, bebe trago y trago mientras una stripers ejecuta su danza, él ni siquiera la mira. Puedo ver que está muy borracho, me dirijo al sitio y Taylor trata de detenerme pero retiro mi brazo con brusquedad. Llego y me planto frente a él.

- Entonces Christian, ¿esta es tu manera de enfrentar los problemas?, ¿crees que así encontraremos una salida?-. Abre sus ojos desmesuradamente.

- ¿Por... por qué estás.. aquí?, no debiste venir..., no es necesario..., ya nada podemos hacer, tienes que irte..., compréndelo-. Habla arrastrando las palabras.

- A tu lado estoy y allí me voy a quedar porque allí es donde pertenezco y si no quieres que esté aquí, ven conmigo ahora.

- ¡No!, vete vete...,  yo... yo voy a quedarme un rato... más-. Y el hipo se adueña de él.

- Christian, escúchame bien, esta lucha es de los dos y debemos enfrentarla juntos, no te puedes rendir sin antes dar la batalla. Podemos salir victoriosos, tenemos que intentarlo.

- No hay nada... nada que hacer..., estoy tratando...Hip... de aceptar que te he perdido...

- No me has perdido, ¡basta!, ya deja de decir tonterías. Christian, si no sales por esa puerta en este momento no estaré en el Escala cuando regreses, me iré y no porque le tema a esa mujer, me iré porque no puedo aceptar que seas un cobarde y que te rindas a la primera dificultad-. Me mira consternado. Intenta pararse pero se va de lado. Sawyer y Taylor se apresuran a sostenerlo.

- De acuerdo...Hip, vamos a casa-. Contesta. Me relajo, es una pequeña victoria pero no hemos podido hablar de lo que es realmente importante. ¿cómo nos libraremos de Leyla y su acoso?.

Christian AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora