Cenando con Elena - Parte 1

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De regreso al Escala, Ana se mantiene en silencio, quisiera decirle muchas cosas pero temo que se enfade, finalmente no lo soporto más, tomo su mano y la halo hacia mi hasta que está sobre mi regazo. Tengo tanto miedo de que no quiera hablarme y todo por culpa de Elena. Quiero empalagarla de tanto amor, le digo:

- Nena, ¿sabes que te amo?.

- Si y yo también te amo.

- Me preocupa que estés tan callada, ¿por qué?.

- Ya sabes por qué.

- Pero no tengo la culpa, traté de evitarlo.

- Lo sé, sé que no es tu culpa y también sé que esa bruja no se dará por vencida fácilmente, su objetivo es crear discordia entre nosotros, hacernos enojar y separarnos.

- ¿Entonces?, si lo sabes ¿por qué le das importancia?, ¿por qué siento que estás molesta?.

- Porque estoy molesta, estoy furiosa con esa mala mujer por hacer esto, por querer interponerse entre nosotros.

- Ya cariño, olvídalo, ya pensaremos en algo para zafarnos de ese compromiso. Solo recuerda que te amo, que eres la mujer más hermosa del mundo y muy pronto serás mi esposa, mía, solo mía. Y voy a hacerte muy feliz.

- Ya me haces muy feliz-. Nos besamos tratando de borrar el mal momento que nos ha ocasionado Elena y sus desagradables ideas.

- Nena, mañana tendré que ir a Portland, estoy gestionando unos negocios, trataré de regresar por la tarde o el martes por la mañana, acompáñame ¿quieres?.

- Amor, claro que quiero pero no puedo, hace tan solo dos semanas que comencé mis prácticas y ya me reporté enferma por tres días, no puedo pedir otro permiso para irme de paseo.

- Olvida esas prácticas, serás mi esposa, nada te va a faltar, tendrás todo lo que quieras, todo lo que necesites.

- Por favor, no vuelvas a repetir eso, yo no quiero ser una esposa trofeo que se dedica a estar hermosa, ir al club y gastar dinero, estudié una carrera que amo y quiero desarrollarme en esa área. Quiero ejercerla y sentirme realizada, quiero ganar mi propio dinero.

- Ya, ya, te entiendo, está bien, no quiero que te enojes, solo quería estar contigo. No quiero separarme de ti, todo ese episodio que acabamos de pasar aún está muy fresco en mi memoria, aun me genera angustia.

- Tenemos que olvidarlo, ya pasó. Ahora todo estará bien, ve a tu reunión de negocios, yo iré a SIP y te esperaré en tu casa.

- Nuestra, nuestra.

- De acuerdo, nuestra casa.

....

Esta semana ha pasado lentamente, acompañé a Ana al hospital para saber de esa chica Angie. Por supuesto tuve que hacer acopio de toda mi voluntad para mostrarme impasible cuando Brat lloraba en el hombro de mi nena porque su sentimiento de culpa no lo deja en paz, a pesar de que esa chica ha mejorado sutilmente aún le quedan muchos meses para su completa recuperación, además cuando sanen las heridas de las cirugías, tendrá que someterse a un largo periodo de terapias de rehabilitación para recuperar la movilidad de sus miembros. Su familia es de bajos recursos me ofrecí a cubrir sus gastos pero la señora Patterson me aseguró que ella se haría cargo.

Ana ha insistido en que tenemos que reunirnos con la señora Isabella, tendré que ponerlo en agenda para la próxima semana aunque realmente no sé que quiere decirme, a menos que... ¿será?, ella me aseguró que nunca volvió a ver a ese hombre que se parecía a mi. ¡No!, debe ser otra cosa de la que quiere hablar. Bueno ya veremos.

Christian AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora