Christian Amor

El Angel

PoV Christian

Salgo de la Joyería Cartier después de ordenar en obsequio para el cumpleaños de mi madre y he tenido una experiencia religiosa, he chocado con un ángel.

Debo saber todo sobre ella, se muestra esquiva y distante pero no la dejaré partir sin saber quien es, algo muy malo le ha pasado, se ve realmente triste pero a pesar de sus lágrimas su belleza ilumina y resplandece, se ve tan vulnerable, ¿tendrá un problema familiar o estará sufriendo por algún imbécil?, si es así es un idiota, miserable, tengo que saberlo.

La invito a un café pero no dice nada, así que tomo el control y la llevo a la cafetería, intento saber lo que le pasa pero es inútil no quiere hablar, bueno tal vez deba dejarla ir y seguirla para ver donde vive. 

Ella insiste que manejará su coche pero eso es imposible no voy a permitir que se exponga de esa manera, en el estado en que se encuentra lo mas probable es que tenga un accidente y yo no quiero perder a mi ángel si apenas acabo de encontrarlo. 

Vaya Grey ¿Qué es todo eso? . 

Me recrimina mi subconsciente, pero no le hago ningún caso. 

Me ofrezco a llevarla y la conduzco al estacionamiento mientras le doy mis razones para no permitirle manejar, le hablo de los riesgos a los que se expone y las terribles consecuencias de una imprudencia, pero de pronto me percato de que se está desvaneciendo y la sostengo en mis brazos. 

Taylor - mi chófer y guardaespaldas – se apresura a traer mi coche y rápidamente la recuesto en el asiento trasero, pienso en llevarla al hospital pero desisto porque es evidente que su problema es del alma y no del cuerpo, solo necesita descansar y olvidar y el sueño es su mejor aliado. 

La deposito delicadamente en la cama de la habitación de mis "amigas sin derechos" mejor conocidas como "sumisas" como llamo a las chicas que quieren conmigo y la observo por un rato, es muy hermosa, su piel es blanca y delicada como porcelana fina, su figura esbelta y bien formada y su cabello largo y castaño cae en cascadas, sus pestañas son largas y su labios carnosos y de un hermoso color rosa, me provoca besarla pero me aguanto porque no soy un abusivo, Taylor toca ligeramente y me entrega las pertenencias de la señorita que dejo en un rincón de la habitación, su bolso sobre la mesa, apago la luz y la dejo descansar.

- Taylor, en mi estudio –. Él asiente y me sigue.

- Necesito saber todo sobre esta chica.

- Por supuesto Señor.

- Mañana trataré de sacarle algo de información pero por si sigue igual de esquiva debemos trazar un plan para saber donde vive y asegurarnos de que llegue sana y salva a su casa, así que te iras a centro comercial, yo la dejaré en la puerta principal y tú te encargaras de seguirla a partir de allí.

- Entendido Sr. Grey.

Taylor se retira y yo me concentro en responder correos y revisar documentos de mis negocios, trabajo un buen rato y decido descansar y tratar de dormir, voy a mi habitación me pongo un pantalón de chándal y una camiseta y me recuesto pero como siempre es inútil, no puedo dormir, así que luego de varias vueltas me levanto y voy a visitar a mi gran amigo: el piano; él me entiende, me permite drenar todo el torbellino que llevo dentro, estoy concentrado en la melodía y de pronto siento que me observan y allí está mi ángel.

¿Tu ángel? ¿Estas seguro Grey?.

lo será, 

lo será.

Trato de mirarla a los ojos pero me esquiva, así que voy junto a ella y la obligo a mirarme y entonces, definitivamente lo reafirmo, lo firmo y lo confirmo –ella es mi ángel de ojos azules - sus ojos son hermosos, cristalinos, transparentes, inocentes, la miro fijamente y siento paz, siento que su luz entra en mi e ilumina mi vida, pero también veo su tristeza, le digo: