Mi mayordomo [MikaYuu] |Terminada|

→ III: Vergüenza

Un día como cualquiera, en esta enorme casa.

Tengo veintiún años, debería poder salir a, no sé, ¿jugar?

Meh, ya estoy grande para eso.

Mejor dicho a divertirme con mis amigos.

Aunque ya me da igual.

Prefiero mi cama, es tan cómoda, desearía no tener que salir de ella nunca, la amo.

—Yuu-chan —mi mayordomo llegó—, ¿puedo pasar?

—Sep —contesté mientras observaba desde la comodidad de mi cama como la puerta se abría mostrando al rubio.

Estaba vestido con un pantalón de tela negro, una camisa manga larga blanca con un moño negro y zapatos negros para eventos formales.

—Buenos días, Mika.

—Buenos días, Yuu-chan —me sonrió—. Aunque ya no son días, son tardes, por favor ve a bañarte.

—Sí, mamá —respondí burlón y él hizo un pequeño puchero.

Entré al baño de mi habitación, y ya ahí, me desvestí y entré en la ducha.

Me bañé y sequé en el baño, para luego salir, encontrándome con una habitación totalmente limpia —o por lo menos en proceso de organización—, muy diferente a como la había dejado al entrar a bañarme.

Antes parecía un zoológico.

—¿Qué haces? —pregunté extrañado al ojizafiro, el cual se encontraba tendiendo mi cama y organizando mis almohadas.

—Limpio tu cuarto —respondió lo obvio, sin dejar de hacer su labor.

—¿Por que? —interrogué aun con la toalla en la cintura, rodando los ojos.

—Guren-sama, me dijo que las criadas no se atrevían a entrar a tu cuarto porque era un chiquero y se sienten incómodas, así que me pidió que lo organizara —concluyó su explicación mientras iba al estante de mis mangas.

—Oh, entiendo —caminé hacia mi armario y lo abrí, al aparecer aquí no había organizado.

—Así es, si quieres puedes bajar al comedor, tu almuerzo esta listo —avisó organizando la estantería; giré a verlo con pánico.