→ XXXIX: Ayuda

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¡Michi, no corras! —grité persiguiendo a mi hijo.

¡Pero, mami...!me miró inflando sus pequeñas mejillas.

¡Pero nada! —exclamé jalando sus cachetes gentilmente—. Te ensuciarás.

Yuu-chan —se quejó mi esposo; lo miré enfadado—. Deja ya a Michi.

¡Papi!exclamó el infante, corriendo hacia el rubio y este lo cargó.

Puede que te defienda, pero si no le haces caso a tu mamá estarás castigado, ¿entendido?murmuró en su oído.

, papiaceptó nuestro hijo, sonriendo.

Michirou Tepes ya tenía cinco años.

Muchachito del demonio; lo amaba con todo mi ser, pero era el niño más hiperactivo que pudiese existir y me sacaba de quicio, lo que me hacía ponerme un poco firme con él.

Cuando lo veía corriendo por ahí, creía entender porqué Guren me decía que era muy molesto.

Si no dejas de defenderlo, se volverá un mimadogruñí cruzándome de brazos.

Lo , por eso se lo dijerió; bajó a nuestro hijo, que salió corriendo, y luego me abrazó—. Eres la mejor madre, te amo.

I-Idiotame dejé apretujar con las mejillas rojas—. Yo también te amo.

[…]

Hoy será, preparense, no falta mucho para lograrloexpresó Ferid, mirando desde la lejanía a la pequeña familia que estaba en el patio preparando una fiesta—. Akane-chan, Crowley, ¿están listos?

, Ferid-san —contestaron ambos a coro.

Biensonrió el peliplatinado poniendo sus manos en su cintura.

[…]

¡Bienvenidos, Tamaki, Shimi!gritó mi bebé en cuánto vio a sus dos amigos llegar junto a sus padres.

¡Michi!contestaron el par de chiquillos en un grito también.

Esos dos infantes eran: Tamaki Hiragi, el hijo de Shiho y de Yoichi; también estaba Shimi Hiragi, la pequeña hija Shinoa y Mitsuba.

Los tres enanos se abrazaron mientras sus padres y madres se acercaban a nosotros para saludarnos.

Ese día era el cumpleaños número cinco de mi bebé.

Su precioso rostro irradiaba luz, se veía tan tierno; sus bellos ojos azules brillaban con intensidad y su negro cabello se meneaba de un lado a otro por la emoción.

Vamos con ellos —pidió mi esposo; nosotros asentimos.

Caminamos despacio hasta el patio para poder cuidar a los tres demonios que teníamos por hijos; los seis nos quedamos admirando a los tres.

Mi mayordomo [MikaYuu] |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora