Mi mayordomo [MikaYuu] |Terminada|

→ XXV: Compromiso

—¡¿Qué?! —gritó mi papá.

—P-Perdón —me disculpé y bajé la mirada, avergonzado.

—¡Un simple "perdón" no cambia el hecho de que estás embarazado! —gritó molesto aún molesto el ojiamatista.

—Es que...

—¡Es que nada! ¡ustedes dos se harán responsables, así que trabajarán! —gruñó.

—¿Qué? —pregunté nervioso.

—¡Lo que dije, mocoso calentón!

—Guren-sama —llamó mi novio mientras él masajeaba su sien—. Fue mi culpa, me haré responsable si es lo que desea.

—No fue tu culpa, Mika —susurré mientras acariciaba su mano—. Fui yo quien no te dejo salir...

Él entendió mi indirecta, por lo que rió, y mi padre se molestó el doble.

Recapitulando: Mika y yo tuvimos sexo salvaje en la biblioteca de mi casa; gracias a eso, olvidé que soy doncel y dejé que mi rubio me llenara de su lechita, en otras palabras, me embarazó.

No quise tener problemas al no contarles a mis padres, así que, debatiéndome mentalmente cuál era la mejor forma de hacerselos saber, una semana después, les dijimos lo ocurrido.

Y por eso mi papá estaba gritándonos como loco, además de que llamó histérico a mi suegra para que viniese a hablar con nosotros, o bueno, para que nos regañara también.

Y tras unas largas horas sentados escuchando a Guren gritar y gritar, la madre de Mika llegó y se sentó frente a nosotros.

—Entonces... —inquirió Krul-san—, ¿tendré nietos?

—Sí, demonios —respondió Guren en un bufido.

Mi mamá y ella gritaron emocionadas, haciendo que mi padre se pegara un manotazo en la cara.

—Shinya, Krul, ya basta —ambas se detuvieron y lo miraron—. Esto es complicado, ¿qué haremos?

—Dejaremos que tenga al bebé, por supuesto —respondió la pelirosa.

—Pero...

—Pero nada, yo quiero mis nietos —intervino mi mamá, silenciando a mi papá.

El azabache mayor miró a mi suegra y a mi madre con enojo, y luego volvió a gruñirnos:

—En ese caso, ya está decidido —revolvió sus cabellos—. Yuu, tendrás a tu hijo y Mikaela, más te vale cuidarlo muy bien.

—¡Sí! —respondimos los dos a coro.

Luego de aquella charla, decidimos salir al jardín frontal para tomar té; la "charla" con mi papá había sido muy molesta y estresante.