Mi mayordomo [MikaYuu] |Terminada|

→ VII: Cariño

Tan sólo recordar mi hazaña nocturna hace que me sonroje.

Me tiré en mi cama, bastante avergonzado; puse una mano en mis labios y los toqué suavemente, pensando en aquel inocente contacto que me tenía suspirando.

—Yuu —llamó mi padre desde la puerta.

—¿Hm?

—Quiero hablar contigo —murmuró entrando y cerrando la puerta tras de si—. Te enamoraste, ¿no es así?

—¡¿Q-Qué?!

Pegué un brinco, levantándome para verlo a los ojos, nervioso.

—¿Estás enamorado o no? —inquirió serio.

—S-Sí —bajé la cara.

—¿De quién? —se oía molesto.

—Buenos días, Yuu-chan —qué suerte que no respondí; mi mayordomo iba llegando con una sonrisa—. Oh, Guren-sama, buenos días.

—Buenos días, Mikaela.

—B-Buenos días, Mika —le sonreí, apenado.

Mi padre se levantó de la cama, en la que anteriormente estaba sentado, y se inclinó hacia mí.

—Está bien, conquistalo —susurró en mi oído.

Me sonrojé aun más mientras agachaba la cara. Luego vi que se acercó al rubio, le susurró algo, y él se sonrojó un montón.

¿Qué le habrá dicho?

—Yuu-chan —llamó.

—¿S-Sí?

—¿Te sientes mejor? ¿dormiste bien? —¡¿Cómo me preguntas eso?! ¡dormí contigo!

—S-Sí, estoy... bien —suspiré.

—Me alegra, entonces ve a bañarte para que desayunes.

Casi corrí a la ducha para evitar el momento incómodo.

Me moría de vergüenza de sólo recordar que lo besé.

Y, además de eso, no puedo creer que lo hice mientras estaba dormido.

¡Pero no lo pude evitar!

Quiero que sepa cuanto lo quiero.

Pero no sé como hacerle llegar mis sentimientos.

—Yuu-chan —tocó la puerta tres veces—, ¿estás bien? Llevas más de media hora en el baño.

—E-Estoy bien, solo pensaba un poco —dije; me había elevado pensando.

—No te quedes mucho tiempo en la ducha, te enfermarás —rió un tanto burlesco.