→ XLVII: Beso

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Yo estaba harto de la escuela; no podía andar tranquilo porque venían esos mastodontes llenos de vellos a acorralarme y decirme lo bello que yo era, cosa que yo ya sabía.

Pero lo que más me molestaba era Gyu: ¿cómo hacía para que ellos le hicieran caso?

Suspiré mientras caminaba por el pasillo camino al jardín para ver a mis primos.

¿Michi?

Giré sobre mis talones al escuchar aquella voz que se me hacía demasiado conocida.

S-Shiren —logré pronunciar con sorpresa.

Michi, hace tanto tiempo, ¿cómo estás?me sonrió.

E-Estoy bien... —susurré.

Shiren era mi exnovio; hijo de una familia millonaria, con su cabello albino, ojos color amatista y un ardiente cuerpo que enloquecía a cualquiera.

Él y yo duramos un año, luego me dijo que yo era aburrido y me dejó por otro doncel; me dolía un poco que él estuviese ahí frente a mí, yo de verdad llegué a quererlo.

Y, Michi, ¿ya tienes novio?preguntó sonriendo. 

Bueno... Yo no... —tragué saliva.

¿No tienes?rió.

Michi-chan, tu prima te bus... Gyu nos miró y luego dirigió su mirada hacia él—. Hola.

Hola, ¿tú eres?preguntó Shiren.

Gyurei, ¿tú...?espetó él.

Shiren ambos estrechan sus manos mientras en sus caras hay expresiones severas—. ¿Por qué usas el chan con Michi?

Porque quieromusitó Gyu cruzándose de brazos.

Yo creo que se escucha horrible, no lo llames asíShiren también se cruzó de brazos.

Es decisión suya si dejo o no de llamarlo asígruñó.

¿Quién te nombró defensor de sus derechos?

¿Quién te pidió que opinaras sobre mi forma de llamarlo?

Los estudiantes que iban pasando empezaron a rodearnos y el par ese no se callaba; definitivamente todo eso acabaría mal. 

Vamos, chicos, ya no... —traté de calmarlos.

Callateescupió Shiren; fruncí mi ceño y me paré frente a él.

Escucha con atención, idiota —agarré el cuello de su camisa—: si vuelves a callarme te juro que te parto todo lo que se llama cara, ¿entendido?

Mi mayordomo [MikaYuu] |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora