→ XXXI: Sexto mes

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Pizza —hice un puchero.

Está bienMika acarició mi cabello—. Espera un poco.

Y así fue como me comí una pizza familiar yo solo.

Malditos antojos, los odiaba, pues hacían trabajar el doble a mi rubio.

Michi está creciendo cada vez másdijo mi prometido y acarició mi abultado vientre.

Así es, está cada vez es más grande y me crece más la panzaanexé suspirando.

Y por ello te ves mas adorable.

I-Idiota.

Estaba tan feliz que podía brincar en una pierna, pero obviamente me haría mal por el embarazo.

La razón era que como Pinky pie le había propuesto matrimonio a mi hermano, acordamos casarenos en una boda doble;  pero como Mika y yo teníamos prevista la fecha de boda tan lejana, según ellos, dijeron que no podría realizarse nuestro capricho.

Y estaba feliz porque aunque quisiera que nos casáramos juntos mi hermano y yo, no quería ver a la fresita en el estrado conmigo; pues sentía que me incomodaría.

Pero bueno, él daba igual.

Yo me iba a casar con quien más amaba en este mundo: Mikaela Tepes.

Hoy pareces muy pensativosusurró mi prometido en mi oreja.

Pensaba en como sería nuestra bodaexpresé, él sonrió.

Será muy hermosa gracias a tiaseguró; me sonrojé.

Ya quiero tener a mi bebé —me quejé mirando mi pansa, Mika ensanchó su sonrisa.

Yo también, quiero ver a nuestro pequeño —acarició mi vientre.

Ese bello momento fue sellado por un beso dulce y tierno entre nosotros.

Escuchamos el sonido de una cámara al tomar una foto.

¡Mamá!gritamos al unísono mi rubio y yo.

Ellas dos salieron corriendo como locas y nosotros sólo pudimos avergonzarnos.

Locassuspiró mi prometido.

Sonreí y me abracé a su cuello, él posó su mano en mi rostro y me besó dulcemente; rápidamente el ósculo se volvió uno salvaje y bastante subido de tono.

Seis meses: todo ese tiempo había pasado desde la última vez que lo hicimos.

No quería que le pasase algo a mi bebé, pero era difícil aguantar. Y estaba seguro de que Mika pensaba igual que yo.

Espera, espera —se separa de mi boca, deteniendo el beso—. Con eso es suficiente.

No lo es —hice ojitos de borrego degollado—. Yo quiero.

Mi mayordomo [MikaYuu] |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora