Mi mayordomo [MikaYuu] |Terminada|

→ XXII: Suegra

Ya volvíamos a casa, todo seguía igual que cuando nos fuimos.

Mi papá, Asura y Mika bajaron el equipaje con ayuda de las criadas; yo sólo observé el panorama de mi casa.

—Yuu —me llamó la pelirosa madre de mi novio—, ¿tienes algo que hacer más tarde?

—No —respondí extrañado—, ¿por qué?

—Quiero conocerte mejor —dijo seria—. Quiero saber si eres digno de Mika-kun.

¡¡Qué osadía!!

¡¿Cómo se atrevía a decir semejante cosa?!

—Es broma, es broma —rió—. Sólo quiero conocer más a mi yerno.

—Ah.

[...]

Estábamos almorzando casi todos en el comedor de la casa; Yoichi se quedó con Kimizuki durante nuestra ausencia y volvía en la tarde.

Mika no estaba acostumbrado a comer con nosotros, por lo que se le veía ligeramente incómodo; mis padres y los familiares de mi novio conversaban animadamente mientras nosotros nos mirábamos de reojo, hablábamos susurrando y sonreíamos.

—¿De qué tanto hablan? —preguntó mi mamá con una sonrisa.

—Es que hay un anime que quiero mostrarle a Mika —contesté.

—¿Y de qué se trata? —murmuró mi papá.

—Se llama Sword Art Online —respondí dando un bocado a mi comida—. Es un mundo virtual de donde no se puede escapar hasta que derroten al jefe, y pasan muchas cosas antes de que lo logren.

—Me alegra que compartan gustos —intervino Asura, sonriendo.

Luego del almuerzo en familia, y pasadas unas dos horas, la madre de mi querido novio me pidió que nos fuéramos.

No tenía ni la más remota idea de a dónde íbamos; subimos a un taxi para ir a nuestro destino, había un silencio un tanto incómodo, pero no insoportable. Después de todo, ella era la madre de mi novio, así que debía comportarme.

Llegamos a una cafetería, una muy bonita debía decir, era bastante grande y se sentía un ambiente familiar. Nos dirigimos a una mesa algo apartada con una ventana y en menos de un minuto, hizo aparición el camarero.

—¡Oh, Krul! —exclamó con voz emocionada.

—Kiseki-o —saludó ella; yo sólo pude pensar que su nombre era raro.

—¿Qué desean pedir? —preguntó sonriente.

—Una malteada de chocolate, por favor —pedí cortésmente.