Mi mayordomo [MikaYuu] |Terminada|

→ XIV: Prometida

¿Yuu-chan acababa de decir que si con alguien tendría hijos sería conmigo?

—¡Yuu-chan! —grité y fui a la cocina en busca de mi lindo uke.

¿Qué?

A veces veo Yaoi.
Conozco los términos, es todo.

—¡Mika! —gritó mi lindo ojiesmeralda al verme entrar en la cocina.

—Yuu-chan, ¿tú acabas de...?

—L-Lo siento, no era mi intención avergonzarte.

—¿De qué te disculpas? —me miró sonriendo—. Gracias, y te amo, Yuu-chan.

Lo abracé como si mi vida dependiera de ello, y fui correspondido al instante. Aunque luego de separarnos me dio una suave cachetada, seguido de un: "idiota".

No podía creer que Krul hubiese venido, y todavía con Asura.

El tono de mi teléfono resonó en la cocina, así que contesté sin siquiera mirar el contacto.

—¡Mika-chaaaaaan! —oí la voz cantarina del maldito enfermo que era mi tío.

—¿Qué quieres? —pregunté en tono serio, pero tratando de no enojarme y asustar a mi bocchan.

—Qué cruel, Mika-chan —rió—. Tú sabes lo que quiero.

—No —suspiré.

—Entonces, ¿quieres ver a tu nueva prometida?

—¡¿Qué?!

—Se llama Akane-chan, es muy bonita y tiene tu edad —canturreó.

Simplemente lo insulté y le colgué mientras tomaba aire y trataba de calmarme.

Tomé la mano de Yuu-chan y fuimos a la sala; lo dejé en el sofá mientras le sonreía para calmarlo, y luego fui hacia Krul con una expresión seria; ella me miró curiosa.

—Krul, Ferid ha estado llamándome y justo hace unos minutos recibí una llamada suya, dice que me tiene una prometida —susurré en su oído.

—¡¿Que hizo qué?! —gritó levantándose de su lugar; suspiró y dio una sutil reverencia a los otros adultos que la miraron raro—. Disculpenme un momento.

Me jaló de la camisa hacia un rincón mientras maldecía entre dientes y buscaba en su teléfono el contacto de Ferid. Tras algunos tonos que a duras penas logré escuchar, el peliplatinado contestó.

—¡¿Quién demonios te crees para decirle eso a mi hijo?! —gritó Krul con su ceño fruncido.