Capítulo 26.

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Axl Rose.

  A solo un par de días después de mi fiesta de compromiso... o lo que quiera que fue eso... hoy, en este segundo, la música fluía fuerte por las escaleras, pero no estaba preocupándome, porque sabía que no sería capaz de escucharla en mi habitación. Era algo bueno; no me encontraba de humor para el desastre de fiesta que había en el piso de abajo. No estuve de humor antes de que este nuevo sentimiento apareciera, y de seguro no estaba de humor para borrachos bebiendo cerveza en mi casa. Escuché el ruido de vidrios rotos y ni siquiera me molesté en bajar a revisar. Me daba absolutamente lo mismo, y por otro lado, podría usarlo como una excusa para iniciar una pelea, así que mejor me quedaba acá arriba.

  _____ se encontraba allá abajo también, y yo no estaba dispuesto a ir ahí con ella.

  No dejé de pensar ni por un minuto en las palabras de Slash, y tenía razón en todo, pero había una cosa más que nadie, ni siquiera yo tomábamos en cuenta.

  Ella.

La decisión de ella hubiera importado más que cualquier otra cosa en el mundo. Estaba enamorada. Lo estaba. Lo había visto en sus ojos más de una vez. La forma en que se recriminaba lo que le hice, la forma en que, a pesar de ser una seguidora más de la banda, no podía verme con los mismos ojos con los que me vio esa primera vez. Ella estaba enamorada. Y no podía ni quería luchar contra eso. No podía llegar y decirle: — "Hey, _____, deja a tu novio por mí. Soy un cabron rompe corazones, de culo infiel, que siempre hace lo que quiere con quién quiere. No tengo un título académico como el que el idiota obtendrá y jamás pensé en tenerlo, pero tengo antecedentes penales y conozco de más drogas que de culturas. Eso sí, tengo un premio por el mejor disco de Hard rock, y nominaciones que perdí automáticamente cuando decidí no presentarme a las ceremonias. Podemos intentarlo de todos modos. "

  Sí todos los demás motivos no me habían detenido para verla con estos nuevos ojos, al menos ese era otro motivo grande para mantenerme alejado. Era un capricho, mi capricho. Solo eso. Difícil de manejar, sí, pero era un capricho.

  A todo esto, el cómo acabó aquí en casa: su madre la había castigado. Tuvieron una gran pelea a palabras después de una borrachera de Seymour. Tuve que ir por ella a casa de una de sus residencias para modelos. Tuve que cargarla semidesnuda entre mis brazos mientras unas diez modelos me comían con la vista y les importaba una mierda Stephanie. ¿Cómo y por qué, quién se supone era mi prometida estaba perdiendo su maldito tiempo con mujerzuelas como esas que apenas y se preocupaban si acaso Stephanie todavía respiraba, cuando _____ y yo estábamos en casa? _____ se enfadó de verla tan pronto de nuevo, y tengo que decir que ella tenía razón y estaba de su parte.

  Cuando comenzó la gran discusión no pude meterme ni opinar. Era arriesgarme a hacer una pequeña pelea en algo mucho más grande. Una sola vez _____ me miró para corroborar algo que ella dijo y que Stephanie se empeñaba en contradecir. Cuando le di la razón, llegó el castigo. Ahora _____ tenía que ir con ella a todos lados, esto para que Stephanie pudiera asegurarse que _____ no se vería con su novio ni con amigos. Después de todo, era un castigo. Pero no supuso gran cosa para _____ cuando me dijo que los vería en la escuela de todas formas y que a su madre podría ignorarla cuanto pudiese. Pero yo tenía miedo. Miedo de que el tener que seguirla a donde quiera que fuera le atrajera problemas.

  Stephanie se relacionaba con esto, fiestas en casas de famosos con gangsters borrachos y drogas. Hombres que podrían hacerle daño a _____ fácilmente por ser la única menor colándose entre ellos, como lo había hecho yo antes. Aprovechando la situación y bebiendo como una loca, tal como hacía ahora mismo ahí abajo. Algún idiota la vería ebria, aprovecharía para tomarla y la haría suya sin ningún problema. Las mujeres ebrias eran blancos fáciles. La mayoría de las veces ni siquiera se daban cuenta de lo que les estaban haciendo o de lo que estaba pasando. No podía evitar tensarme y contraer cada uno de mis músculos de solo pensarlo. La golpiza que sería capaz de propinarle a quién la tocara en ese estado de embriaguez sin su consentimiento. Y todo esto sin mencionar que alguno podría darle drogas sin permiso o que ella misma podría pedirlas. Todo esto y no podía estar ahí para ayudarla. No podía cuidarla en todo lo que hacía. Ella misma debería de saber que no estaba bien beber con desconocidos y menos con ese tipo de desconocidos, porque aunque no estuviera haciendo nada malo y estuviera en todo su derecho de hacer lo que le plazca, al mundo le costaba entender que las personas podían ser cinco veces más miserables de lo que creíamos y que estás, iban por ahí encargándose de volver miserables contaminado al resto.

A rapist stepfather. |#1| Axl Rose.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora