A rapist stepfather. |#1| Axl Rose.

Capítulo 58.

Axl Rose.

  Después de un largo beso, había abierto mis ojos y para encontrarme con los de ella observándome de manera especial. Habíamos avanzado, y luego yo la detuve en otro árbol para besarla nuevamente. Ahora mi vista, si no me traicionaba, me avisaba del campamento completamente solo. No me importaba a donde demonios se hubieran ido, solo lo agradecía.

  Eran las siete de la tarde, demasiado temprano, no esperaría hasta el anochecer para estar con ella. Además, de noche mis amigos no dormirían. No iba a poder meterme a una tienda de campaña para hacerle el amor a mi novia, porque iba a ser evidente qué algo hacíamos sí hacíamos algo, y no quería que todo mundo supiera que nos acostábamos. _____ era una niña, maldita sea, mi niña, su intimidad era suya y la compartía conmigo, y no veía como más personas tuvieran qué imaginar siquiera que ahora su vida sexual estaba activa. Poco me importaba si _____ se lo contaba a amigos o amigas. No me interesaba. Era su consentimiento sobre eso y estaba bien, pero no se lo haría de noche en una tienda que nos delataría para ser la comidilla de mis amigos. Suponía que entonces, esté era el mejor momento para eso.

  Mire a _____. Su sonrisa me encontró al instante, haciéndome sonreír a mí también. Dejé a mi mente pervertida a un lado, porque mierda, cuando me sonreía de aquella manera sí que estaba preciosa. Cómo la adoraba... Sí tuviera una palabra qué describiera cómo demonios me sentía respecto a ella y esa sonrisa que siempre tenía para mí.

—Siempre he creído que eres más que hermosa. Pero de un tiempo para acá, simplemente estás perfecta.

—Me haces feliz, Axl. La felicidad siempre luce brillante. —fue su respuesta, e indagando un poco en ella, era la única respuesta correcta por haber. Mi chica era feliz ahora y tal como se lo había dicho hacía unos minutos, iba a esforzarme por dar todo lo que ella necesitaba. Todo lo que necesitábamos. Simplemente, iba a hacerlo.

  Cuando tomé sus labios con los míos, mi mano llegó hasta esa pequeña cintura que tanto me enloquecía. La acaricié suavemente hasta que en su cadera, de un pequeño empujón hice que nuestros cuerpos tuvieran más contacto. Mi erección entre sus piernas, su rostro frente al mío. Llevé mis dedos hasta su hombro para deslizar hacia abajo la tela de su ombliguera que dejaba ese sexy abdomen a la vista. Era una mujer tan espectacular, no existía parte de ella que no fuese mi favorita en todo el mundo.

  _____ llevó su mano hasta mi nuca, y me hizo besarla con mayor intensidad. Cuando hice un movimiento supongo que ella pensó que me apartaría porque sentí como hizo una presión mayor en mi cuello. Estaba totalmente seguro de que alejarme no estaría entre mis planes.

  Aún con nuestras bocas pegadas, nos hice avanzar el pequeño tramo que nos faltaba para llegar al campamento. No había personas a nuestro alrededor, habíamos tomado la zona más vacía posible, eso y mencionar que era jueves. Los fines de semana podían estar tan llenos como quisieran, pero era entre semana el momento adecuado para venir. Ni hablar de pensar en venir en las temporadas de vacaciones laborales y escolares, la gentrificacion era una puta pesadilla.

  De pie afuera de nuestra tienda, un beso más y nos apartamos. Ella subió el cierre de la tienda y entró rápidamente. Ansiosa al parecer, ya que apenas entró, salió de su blusa, y el short corto de mezclilla que traía. Y, antes de que ella hiciera más, me acomodé en medio de ella. Con mis brazos a sus costados, sintiendo como ella abría las piernas para mí y las acomodaba a mis costados, como me apretaba con ellas también, la besé una vez más. Jugando con mis dedos y la piel de su cuello y su nuca, tomando los listones de su jodido pequeño bikini y amenazando con tirar de ellos para deshacer el nudo y desnudarla.

  Ella se estremecía con mi tacto, no era de sorprenderse, pero no tardó en hacer lo mismo conmigo. Sus pequeñas manos se deslizaron bajo mi camisa y comenzó a explorar mi estómago, desde mi pecho hasta mi abdomen.