Axl Rose.
Cuando eras feliz al lado de alguien el tiempo se esfumaba sin que te dieras apenas cuenta. Con ella, mi felicidad iba más allá que aquella simple palabra. Era jodidamente extraño; como los meses desde que la conocía se sentían como un maldito parpadeo. Era tan obvia la velocidad del tiempo que me asustaba que nos quedase tan poco, porque como sí supiera que de ella se trataba, era como si el infinito fuera poco.
Por otro lado, era imposible no hacer una retrospección de mí mismo. No era el mismo imbécil perturbado y furioso que hace unos meses atrás era. ¿Aún estaba enojado? Lo estaba. Creía que iba a estar enojado el resto de mi vida, pero, ella se había convertido en la gran luz de mi vida. Incluso en la oscuridad. La hermosa mujer que observaría día y noche sin parar cuando pensé que caminaba ciego. Ella estaba ahí. Siempre estuvo ahí. El amor era tan jodidamente extraño, pero el amor siempre era real.
— ¿Tienda de campaña? —preguntó Izzy. Quería corroborar que tuviera todo listo, ya que casi siempre tenía ideas confusas sobre mí. Como que me importaría un carajo llevar todo lo necesario de viaje, o como que una vez allá haría una rabieta sí algo faltaba. Pensándolo bien, no estaba tan equivocado.
—Listo. —respondí y abrí otra lata de cerveza. La segunda y última que bebería por ahora. Yo sería uno de los conductores.
— ¿Linternas? —preguntó, todavía revisando su maldita lista. Seguro como el infierno que mi equipaje estaba mejor cargado que esa lista.
—Sí, listo. —informé nuevamente con un movimiento de cabeza.
— ¿Repelente para mosquitos? Hombre, no tengo que recordarte que atraes a esos animales.
—Esos malditos chupasangre no son un problema, pero sí, tengo el repelente.
— ¿Traje de baño?
— ¿Traje de baño? —pregunté confundido, Izzy rodó los ojos.
—Sabía que no podía estar equivocado contigo.
—En realidad, también lo tengo. —dije, sintiendo un impulso por reír. Izzy rio divertido. — ¿Ves que sí puedo tener todo listo? —mi amigo asintió con una sonrisa maliciosa, antes de doblar la lista y guardarla en su bolsillo.
—Me tienes gratamente sorprendido Rose, pero es emotivo ver y reconocer tu gran madurez. —rodé los ojos, y tomé las llaves del auto de mis bolsillos. Llegando al frente, abrí la cajuela para luego volver atrás.
—A veces pareces mi asistente personal, tal vez debería de contratarte para esta mierda. —aseguré y esta vez fue él quien se rio. —A todo esto, ¿A dónde diablos se supone que iremos? Quieren usar mi auto y que también conduzca pero no se ni a donde nos dirigimos, ¿Eso es válido? —pregunté, subiendo una maleta a la cajuela del auto. Sí que pesaba pero era mi mano izquierda la que se hacía cargo, dado que con la derecha sostenía mi lata de cerveza y bebía. Enseguida Izzy me pasó su maleta y la acomodé también.
—Es un manantial y bosque estrambótico según Popcorn. El famoso parque Jedediah Smith Redwoods, el simple nombre suena bien para mí. Adriana y él llamaron ayer para reservar. —él continuó pasándome tiendas de campaña desarmadas dentro de sus sacos. Las acomodé en la cajuela e Izzy continuó con maletas.
—Amigo, eso está como a seis malditas horas de aquí, ¿Por qué carajo no tomaremos un vuelo?
—Porque no sería como en los viejos tiempos. Culpa a Hudson y a Popcorn por ello, no a mí.
—Voy a matarlos.
El lugar estaba bien, pero sería aún mejor sí no tuviera que conducir por seis jodidas horas para conseguir hacernos llegar.
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A rapist stepfather. |#1| Axl Rose.
RomanceAxl Rose siempre fue un hombre fuerte, atractivo y varonil que solía hacerse notar tras cada paso que daba y solía acaparar todas las miradas del lugar al que fuera. No solo porque fuera el líder de la banda de Hard rock conocida por tocar en los pe...