A rapist stepfather. |#1| Axl Rose.

Capítulo 48.

_____ Seymour.
 
  Cuando por fin llegué a casa, lo primero que me recibió fueron todos esos vehículos estacionados por todo el frente de la casa. Todas las luces estaban encendidas y aún antes de llegar, vi a todas las personas tomando cerveza incluso a las afueras de la casa. Clara señal de que adentro había casa llena. Ví a mujeres con pocas prendas, un exceso de vasos desechables rojos y solo pensé que no estaba lista para una fiesta.

  Tenía que recordar que aquella no era mi casa, aún cuando de momento vivía ahí y aún cuando Axl no me permitía ni mencionar el tema de mudarme. Así qué, tenía que decir, no me ponía de buen humor pensar en todas esas personas risueñas mientras alguien cercano a mí estaba muriendo. Pero está no era mi casa. Por tanto Axl podía hacer lo que él quisiera y a estas alturas no debería meterme.

  Tal vez me dio la impresión de que Axl estaría enfadado. Tenía un extraño historial donde una vez que se enfadaba, una fiesta aparecía. O estaba enojado conmigo por haber pasado el resto del día con John, o simplemente, nada de esto le importaba lo suficiente, tanto así que podía disfrutar de una fiesta en su propia casa.

—Al fin llega la pequeña Rose. ¿No es divertido? —preguntó una chica, con ropa tan diminuta que dejaba muy poco a la imaginación. Tenía un bonito cuerpo, pero no más bonito que él mío o el de su propia amiga que no dejaba de estudiarme de pies a cabeza.

  Ante la clara señal de ataque, sonreí como pude y me presenté con toda cordialidad porque sabía que eso les haría enojar.

—La misma. —fue mi respuesta, por muy molesta que estuviera por supuesto. Ahora resultaba que para entrar a la casa de mi pareja y conseguir llegar a mi habitación, tendría problemas.

—Pareces barata; tal como le gustan a él. Entiendo por qué está saliendo contigo, pero no va a durar mucho. —ellas intentaron asustarme empujando mi hombro con tal fuerza que resultó ser normal, considerando que ambas mujeres parecían ser mayores que yo. Probablemente tenían la edad de Axl. Aún con eso, eran tontas sí creían que me iba a echar para atrás, aunque no me apetecía en nada pensar por qué Axl invitó a mujeres como ellas para esta noche.

— ¿Te quité el espacio de la cama, verdad? —pregunté, con algo de picardía para ver si calaba algo en ella. No le molestó. —Algo me dice que ni siquiera pudiste conocer su cama.

— ¿Quieres que le rompa la boca? —preguntó su amiga, divertida. Probablemente me la merecía, pero no dejaría que me pusieran ni un solo dedo encima.

—Sí te atreves a tocarme... —solo eso pude decir. Izzy intervino por mí.

— ¿Estás iniciando una pelea, Marie? Guarda tus garras para ti, y deja en paz a la novia de Axl. —yo estaba tan sorprendida como las chicas, solo que ellas estaban más furiosas que antes.

—Empecemos, Iz, porque esa pequeña perra no es la novia de Axl. Y lo sabes. El mismo Axl me lo dijo así como llegué, ¿Por qué le dan ese lugar entonces? —decía la mujer, enfadada, desesperada. Miré atentamente a Izzy. No le sorprendía lo que la mujer le decía, pero tampoco le sorprendía verla enojada. ¿Será que lo que ella decía era cierto, entonces? ¿Ella y Axl tuvieron o tenían algo?

—_____ es uno de los dos miembros de está casa. Si decide echarte y no te vas, llamaré a la policía, así que por tu bien, ten un poco de respeto por una vez en tu vida, y deja de comportarte como una mimada. —la chica enarcó sus cejas y soltó una carcajada. Miraba a su amiga. Me miraba a mí y no lo podía creer pero a Izzy no lo miraba.

—Cuando estaba con Axl hace apenas unos minutos, él no pensaba que ella fuera un miembro de está casa. Y a veces, por lo que dice, a ti tampoco te considera un miembro pero en la banda. —susurró, cerca de Izzy. Izzy la ignoró por completo mientras ella se reía. —Entiendo. Ustedes dos están durmiendo juntos, ¿No? Otra zorra de la banda, ¡Felicidades por tu nuevo cargo! —ella vertió todo el líquido de su bebida en el suelo mientras se marchaba y pensé en la mujer que dirigía la limpieza de la casa de Axl. Era totalmente injusto, que iría por un jodido trapeador yo misma para evitar la futura mancha que se correría cuando todos comenzaran a pisarla.