A rapist stepfather. |#1| Axl Rose.

Capítulo 53.

Axl Rose.

   Después de haber sido bombardeados durante toda la madrugada y todo el amanecer por la interminable música, fue un milagro que la fiesta hubiese conseguido terminar poco después de que saliera el sol. No pude cerrar los ojos y perderme entre mis sueños como lo hizo _____, pero me alegré de que de los dos, fuera yo el desdichado que tuviera insomnio.

  Cuando comencé a escuchar el volumen de la música disminuirse, y las voces despidiéndose con cada vez más frecuencia, pude por fin dormir al menos lo que me quedaba de la mañana. A las diez de la mañana, según el reloj digital que reposaba en la pequeña mesa de noche vieja, me ví obligado a abandonar la cama. Un malestar estomacal acompañado de dolor en las entrañas. Al ponerme de pie supe de inmediato cómo terminaría esto; solo necesitaba vomitar y eso haría, luego volvería a la cama y dormiría. A nadie le gustaba ser despertado con el menjurge de todo lo que bebiste anoche, por eso, no quería tener que soportar mi mal genio desde temprano, para eso definitivamente prefería volver a quedarme dormido apenas terminase con esto.

  Sin verificar qué tantas personas estaban todavía en la sala, abandoné la recamara apresurado, descalzo y en ropa interior hasta el baño. En el camino pude ver a Steven y Slash, que empujaban con una escoba a quienes plácidamente dormían desparramados cerca de la vieja alfombra. Izzy les ayudaba; tenía una bolsa negra de basura e iba echando botella tras botella vacía. Los tres dejaron de hacer lo suyo apenas me vieron. No crucé contacto con ellos, sabía que sí ellos sabían que tenía una resaca, habría resuelto el chiste del día. Resultaba que no ser un ebrio experto en resacas era motivo de risa por aquí, considerando que el resto, excepto Steven, eran jodidos expertos. No planeaba darles el gusto en nada.

  Era una cuestión de responsabilidad, además. Si pretendía ser un cantante los próximos cinco años, no podía beber las cantidades que ellos bebían por semana.

  Llegué al cuarto de baño y más pronto que tarde me di cuenta de que algún imbécil lo estaba ocupando. Tenía el pestillo por dentro. Un par de fuertes golpes a la puerta y un "ocupado" fue todo lo que sucedió entre el baño y yo. Habría peleado con quién quiera que fuera que estuviera ocupado allá adentro pero trás un frío escalofrío, sentí como en realidad ya no disponía de tanto tiempo.

  Caminé hasta la cocina, llegué hasta ese largo pasillo en el patio trasero que te conducía hacía la terraza y tomé una de las cubetas vacías. Empolvada y vieja, espanté a la araña que huía despavorida y la arrojé a otra cubeta. Abrí mi boca y todo el alcohol que estuve bebiendo salió por sí solo. Escuché risas y aplausos desde el interior del departamento, y aún flexionado con la cara apuntando a la cubeta ahora sucia, entre cerré la puerta para que esos putos morbosos dejaran de verme vomitar.

— ¿Te peleaste con tu novia de media hora? —escuché unos segundos después de que se reincorporaron de sus burlas. O al menos eso fue lo que alcancé a escuchar desde aquí afuera. Por el término de "novia de media hora", supe que Izzy le hablaba a Duff.

—Ehh... sí, digamos que algo temporal.

—Ustedes y sus relaciones extrañas. —respondió Steven, sonando como un raro experto en el amor.

— ¡Estúpido me pegaste! —ese fue el grito de Slash.

— ¡Tú te cruzaste! —otro grito, pero era Steven en su propia defensa. En seguida, lo que escuché era extraño de comprender pero no imposible de descifrar sabiendo que eran Slash o Steven, pero escuché el sonido de una escoba chocar con otra y no una vez, sino varias veces, además de todos esos gruñidos de pelea. Me levanté y a través del vidrio de la puerta vi que en efecto peleaban con escobas como si fuesen espadas. Dejé de mirarlos y comencé a enjuagarme la boca con la manguera de aquí afuera.