_____ Seymour.
Cuando habíamos decidido dejar el departamento, habíamos salido totalmente conscientes. Alegres, pero consientes. Ninguna de nosotras tenía contemplado que Adriana tendría junto al cassette de Blondie en la guantera, una botella de mezcal que un "guapo mexicano" le regaló en la playa, dijo ella. Nos hizo beberlo durante el camino mientras Meegan se limitaba a apenas probar, y solo conducir.
— ¿No es maravilloso? Solo nosotras cuatro sin nadie más. —Adriana extendió los brazos. Íbamos en la avenida, el aire golpeaba nuestros cabellos. Ella estaba tan eufórica que era inevitable querer sonreír por ella.
Después de que Meegan aparcara el auto, Adriana tuvo que rociar a un hombre sin hogar que se acercó para intentar arrebatarle su bolso. El gas pimienta nos hizo toser a todas, así caminamos el resto de la avenida, con Adriana muerta de la risa, colgada de mi brazo, tambaleándose y evitando caer con mi ayuda. Todo esto por el estado de ebriedad en el que se encontraba. Esto a la par que todas tocíamos sin saber cómo parar. Para cuando llegamos al bar, nos encontrábamos mucho mejor, divertidas también.
—De acuerdo. Es aquí cuando una de nosotras tiene que sobornar al barman. —dijo Meegan. Nos observó una a una. —Lo haré yo, ¡Ustedes están ebrias! —nos hizo reír.
Todas esperamos pacientemente con ella mientras hacia su mejor trabajo de seducción. No obstante, ella estaba consiguiendo el alcohol gratis, el consumo para mujeres era gratis en ese sitio. La condición era beberlo ahí mismo y Meegan estaba a punto de lograr cambiar las reglas del lugar.
—Tengo que usar el teléfono; por favor, no dejen que me pierda ningún detalle. —los ojos verdes de Mandy aún estaban risueños cuando se fueron. Adriana y yo permanecimos de pie guardando los detalles. —Por Dios, tenemos que volver. —Mandy apareció de regreso, sobre agitada.
— ¿Bromeas? Meegan va a conseguirlo. Sí no lo hace ella lo hago yo. —Adriana pretendía deshacerse de su abrigo, pero Mandy se lo impidió.
—Jenn está en la fiesta del departamento, y acaba de decirme que Duff está con otra mujer ahora. —contestó, y no supe qué demonios decir o qué rostro poner. Era repentino, pero Axl me dijo antes que el asunto entre ellos dos iba más o menos de ello: engaños y traiciones.
—Vamos, y qué, dijiste que querías dejarlo. —contestó Adriana.
— ¿Tu qué diablos podrías saber?
—Se lo dijiste a Meegan, y Meegan me lo dijo a mí. —contestó Adriana a las carreras. Ella simplemente quería terminar y continuar riéndose de Meegan.
—Gracias guapo, sabía que podía contar contigo. —Hodges estaba emocionada, pero su voz seductora sonaba casi tan excitada como ella quería. Le dio un suave beso en el mentón del hombro y Meegan se volvió hacia nosotras con dos botellas.
—Espero que esa maldita botella de tequila con esencia de fresa valga el hecho de que ahora mismo Duff se esté revolcando con la chiquilla más estúpida de California. Ni siquiera debe ser legal todavía.
—_____ tampoco es legal y se está revolcando con Axl. —respondió Adriana. Ví su rostro y noté la ausencia de malicia con la que realmente lo dijo. Meegan se detuvo y me observó, distinto a otras veces. Mandy por otra parte veía todo con incredulidad. De hecho, ella me miraba a mí. Prefería comprobarlo en de mí primero. Mi única respuesta sensata fue reírme, y aunque claramente estaba incómoda, pude mostrarme realista.
—Claro que no nos estamos acostando, Adriana. —dije, todavía risueña y ver si eso las convencía, pero sus rostros no cambiaban y Adriana en cambio, continuaba la historia.
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A rapist stepfather. |#1| Axl Rose.
RomanceAxl Rose siempre fue un hombre fuerte, atractivo y varonil que solía hacerse notar tras cada paso que daba y solía acaparar todas las miradas del lugar al que fuera. No solo porque fuera el líder de la banda de Hard rock conocida por tocar en los pe...