Capítulo 11.

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_____ Seymour.

—_____, dulzura, no creí que enserio me llamarías. —escuché su tono de voz tan burlesco. ¿Por qué era tan gracioso qué hubiera tenido que contradecirme a mí misma? ¿Acaso no le dije que le llamaría en caso de cualquier emergencia? — ¿Qué sucede muñeca? —preguntó. Había música fuerte en donde él estaba, creo que era música en vivo. También lo escuché jadear, creo que con fuerza, y una voz femenina al fondo. ¿Estaba teniendo sexo? ¿Me atendió el maldito teléfono sabiendo que estaba teniendo sexo?

  Momento, era un alivio que a pesar de estar follando con quién sabe qué mujer, de cualquier forma me atendiera. Esto era serio.

— ¿Estas ocupado? —pregunté, aún de cualquier manera, incómoda.

—Algo, pero no sí tú me necesitas. ¿Sucedió algo? ¿Estás bien? ¿O quieres simplemente compañía? —preguntó vacilante, y otro gemido salió de la bocina del celular pero ese fue acompañado por algo de voz de Axl. Apreté los ojos con algo de irritabilidad y molestia antes de volver a hablar.

—Axl... —casi quisiera no tener que decirlo. —Te necesito. Alguien entró a mi casa. —murmuré. El miedo en mi voz había sido obvio y muy difícil de ocultar. Axl pareció exaltarse, lo escuché decir algunas cosas y éste alguien se quejó molesto, más bien, molesta. Si, definitivamente había interrumpido una relación amorosa. Pero no podía reclamarle por más que me enfureciera, no creía que mamá estuviese en la iglesia como él mismo lo había dicho.

—Estoy en camino, ¿Tú estás bien? —preguntó, ya sonaba asustado pero también enojado.

—Lo estoy. Estoy en el cuarto de lavado del tercer piso. La puerta del patio de abajo está cerrada con llave. Él no puede subir hasta donde yo estoy. O eso creo, pero aun así estoy asustada, para que decir que no. —murmuré nuevamente. No quería que por nada del mundo aquél sujeto me escuchara y supiera que estaba aquí, sí venía saldría corriendo como histérica y alguno de los dos caería del tejado.

—No te preocupes, voy para allá y en pocos minutos o menos me tienes contigo, confía en mí. ¿Viste qué clase de persona fue la que entró?

—No tengo ni idea de quién demonios sea, en mi vida le he visto, pero sé que es un indigente, vago... O como sea que se les llame. Tiene arma blanca y se comporta como sí estuviera molesto. —Axl jadeó una maldición. Poco o nada le entendí, la música allá era tan fuerte pero poco a poco se iba disminuyendo el sonido. Creo que Axl sí estaba dejando el lugar.

— ¿Llamaste a la policía?

—Un sinfín de veces, todas las operadoras están diciéndome que las líneas están ocupadas.

—Intentaré comunicarme yo también. No te preocupes, todo va a estar bien, pero, _____. —creo que dijo mi nombre con mucho más pesar del que quería oír. Quería oír sus ánimos, seguridad, lo que fuera... no más miedo. —Va a conseguir entrar. No hay muchas formas de evitar que esto suceda, pero llegaré primero a ti yo que él. Solo en caso de que algo suceda, no te limites en nada. Encuentra algo y golpealo en toda la cabeza. Los vagos pueden ser duros y violentos pero un gran número de ellos están seriamente confundidos. Puedes defenderte, sí quiere hacerte algo, mátalo de ser necesario pero que no te toque. Por lo que se venga después no te preocupes, yo respondo por ti. —esta vez sonaba mucho más que solo estar molesto, además, estaba sugiriéndome matar a alguien, ¿Es que esto era tan normal? No pude matar a una araña, tuve que arriesgarme a su picadura y la liberé en mi césped, ¿Por qué me pedía matar a una persona? Era su vida o la mía pero, ¿Tenía la fuerza siquiera física para poder hacerlo? Ni siquiera mental la tenía.

—Lo haré Axl, por favor no te tardes. Trata de llamar a la policía por favor, no quiero matar a nadie, no me apetece. ¡Y, Axl!

—No tardare, lo prometo. Eh, ¿Sí? —preguntó.

A rapist stepfather. |#1| Axl Rose.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora