Capítulo 36.

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______ Seymour.

  La imagen de la playera de Axl, era de Jesucristo y tenía gotas de sangre esparcidas por doquier. No dije ni una palabra cuando él decidió quitarse la prenda. Sacudió su cabeza para acomodar su cabello pelirrojo y el rosario y crucifijo de su cuello cayeron por su pálido pecho una vez que se desvistió. Me entregó la prenda para que me la pusiera y eso hice, procurando no mirar ni una sola vez aquellas manchas pálidas y rojas de la tela. Era mejor que nada.

  Cuándo Axl subió del lado del conductor, se quitó las botas vaqueras y me las entregó. Aquello era demasiado.

—El suelo del auto está hecho un cagadero. —explicó velozmente.

—Lo soportaré... —insistí y Axl, en cambio, salió de las calcetas blancas largas Nike que llevaba.

—Seré honesto. Estás a salvo conmigo, pero el tipo barbudo y con sobre peso que viene con nosotros no es tan buena compañía y precisamente por eso está aquí. —explicó más detalladamente y procesé bastante pronto todo. Tomé el par de calcetines y me los puse tan pronto como pude antes de que el resto subiera al auto.

  Era tan extraño saberme utilizando un par de calcetines blancos de Axl, sus botas y una camiseta tan larga que cubría parte de mis muslos. Él conducía un largo camino, completamente descalzo y sin camiseta con tade que yo fuera vestida; había sido terriblemente caballero y luego simplemente dejó de hablarme. Se encontraba tan frío. 

  Aquel grandote llamado Dale fue más efusivo que el propio Axl con está situación. Ahora me sentía tensa como él y podía comprender que se encontraba así por mi culpa. Vaya que se preocupaba, y vaya que se partió la espalda por mí. Aún cuando no ví ninguna herida en él, a diferencia del hermano mayor de Johnny quién tenía un brazo herido. ¿Acaso Axl lo apuñaló, o algo así? ¿Se ensució las manos de más con unos chicuelos que resultaron ser más buenos de lo que parecían? La culpa era de ellos, no sabían con quién se habían metido pero ni siquiera yo misma me habría imaginado que Axl sería quién cruzaría la puerta.

  Imaginé un guapo detective y policías. Vehículos de policía apuntando la casa y alegrarse al vernos salir... Algo mucho más sensato y parecido. Fue Axl quien hizo que me liberaran de las esposas y me sacó entre sus brazos. Era tan extraño; todo esto con Axl, ahora era tan extraño. Sabía más claro que nunca, que nunca había que hacer enfadar a Axl.

  Varias veces lo miré de reojo para reconfirmármelo. Su ceño pelirrojo fruncido y sus ojos claros puestos en la eterna carretera. Sus manos contra el volante; hoy traía un anillo de una piedra de cristal rectangular color zafiro, enorme, empalideciendo aún más su blanca piel, además de llevar un anillo de plata de una calavera igual de enorme. Él era un gran fan de los anillos de gustos peculiares y llamativos. No lo recordaba sin utilizar tantos anillos.

  Aún mirándolo tan detenidamente a él y todos sus detalles, el camino sí que estaba siendo largo e incómodo. Entre cada intervalo de tiempo podía ver como sus manos apretaban el volante con tanta furia hasta que sus nudillos se volvían blancos. De reojo, una sola vez me miró él a mí también pero jamás volvió a cruzar la mirada conmigo. Fue eso hasta que Slash comenzó a aligerar el ambiente con unas cuántas bromas y al poco tiempo se sumó Duff. Creo que ellos también habían sido conscientes de cómo estaba de tenso todo, se esforzaron por remediarlo incluso con un par de comentarios positivos de la situación y encontrarle el lado gracioso a cada cosa. Juro que no podía parar de reírme cuándo me echaban en cara que había conseguido poner en pánico a todo mundo para que al final yo estuviera riéndome con ellos cómo sí estuviéramos en un spa. Slash lo decía en una forma tan cómica que hasta el mismo Axl se reía. Pero cuando les conté sobre cómo les hice traerme una hamburguesa y un refresco, tanto Duff, como Slash, o ese tercer amigo suyo colapsaron a carcajadas. Al menos, me pareció ver una sonrisa en el rostro de Axl cuando dije eso.

A rapist stepfather. |#1| Axl Rose.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora