A rapist stepfather. |#1| Axl Rose.

Capítulo 30.

 Axl Rose.
'Julio 87'.

  Ahí estaba mi cabeza recostada entre el inicio de sus piernas. No podía dejar de subir mi brazo por encima y así poder acariciar suavemente sus delgadas piernas, y entonces, despistadamente, terminar con la mano de forma casi desapercibida sobre su vientre, todavía era delgado pero pronto crecería. Pasas toda la vida entendiendo como es que el milagro de la vida ocurre de pronto. Cuándo sabes que esa vida existe dentro de una mujer que amas más que a cualquier otra cosa que pudieras imaginar en esta vida, las cosas de pronto son diferentes. Una vida crecía en ese vientre, Erín guardaba vida justo ahora, ella desprendía vida, vida que yo protegería incluso con mi vida. Vida que no sabía que pudiera cambiar tanto la mía, y ya la amaba, con cada maldita parte de mí.

—Voy a comprar el mejor espacio libre en cualquiera de tus playas favoritas para que tengas el océano como jardín; te mereces todo, pero más que nada, planeo que no me hagas sacarte de casa a estas horas para visitar la playa de noche. —le prometí, y Erín pronunció una pequeña risa adorable. Yo solo miraba hacía el profundo y oscuro cielo que tenía como única iluminación, la enorme cantidad de estrellas esparcidas por ahí, sin contar la luna llena de hoy.

— ¿Qué podría pasar a las tres de la mañana? ¡Es todo soledad! —decía alegre.

—Sí alguien se acerca a nosotros voy a sacar la revolver y darle en toda la cabeza. —aseguré.

—Entonces, es de ti de quién debe protegerse la gente cuándo decide salir a las tres de la mañana... —murmuró, y la miré con malos ojos, ella solo se reía de nuevo.

  Erín me estuvo molestando toda la noche acerca de que quería darse una vuelta por esta playa. Estaba a más de una hora de donde estábamos viviendo, pero, podía ser que los nuevos síntomas del embarazo se habían aparecido bastante pronto y era normal encontrarla sensible e irritable. Ella quería venir y le tuve que cumplir. Al llegar, ella me confesó cómo estuvo viniendo a este lugar con su padre, Don Everly, y su madre, cuándo ella solo era una pequeña niña.

  Aquí nos encontrabamos ella, yo, y nuestro bebé.

  Me gustaría poder decir que nuestro bebé también vendría a jugar aquí  conmigo y Erín, pero para eso, prefería saber que el bebé crecería aquí, en un lugar que su madre realmente amaba.

—Hablo enserio cuando digo que compraré el primer espacio libre que sepa qué hay por este lugar. No pienso conducir tanto tan a menudo, pero puedo hacerte feliz con algo mejor.

—No quiero que lo hagas... soy feliz contigo de cualquier manera. Además, ¿Qué hay de malo con nuestro departamento? Me he esforzado tanto porque sea un hogar...

—Es nuestro hogar; pero los estúpidos come mierda de los vecinos son un dolor en el trasero. —quería golpearme la cara por haber tenido que mencionarlos y por ende, recordarlos. Erín comenzaría a hablar sobre su idea sobre cómo debería de ser una ciudad utópica y me haría corregir mi forma de dirigirme hacía ellos. —No ahora, Erín, no arruines nuestro hermoso momento. —le advertí, provocando sus risas.

—Te amo. —me lo dijo de pronto, mordiéndose el labio y conteniendo una de sus sonrisas. Sus ojos azules inundados en alegría, fascinación y mucho, bastante amor. Me abrigaba en tanto cariño con tan solo mirarme,m. Me levanté únicamente con la intención de poder tomar sus mejillas y hundirnos en un muy largo beso.

—Te amo, dulce niña mía, dulce amor mío. Me has convertido en el padre más feliz del mundo, ¿Lo sabías cierto?

—Lo sé. Y tú a mí en la madre más feliz.