Capítulo 65.

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_____ Seymour.

—Tienes que intentar mantenerte tranquila. Axl no querrá verte llorar, y ni siquiera yo quiero verte llorar. —Izzy quería calmarme pero es que sencillamente yo lloraba. Y se sentía como sino quisiera parar. ¿Por qué me sentía así? Era mi cumpleaños y todo el día había tenido este extraño sentimiento lleno de nostalgia que me hacía querer llorar.

— ¿Dónde está Axl? Sé que lo necesito. —pedí. No hacía bien que Axl no estuviera aquí. Izzy me miró como si las palabras le faltaran y me dejé caer en la arena en la espera de su explicación. Él no habló y ahí me sentí más sensible que antes. — ¿Por qué no puedo ir a ver a mi propio novio?

—Necesitas comprender que Axl está ocupado. En cuánto él termine te aseguró que estará contigo. Hasta entonces, yo estoy aquí y necesito que te calmes. —escondí mi rostro entre mis rodillas. Mi estomago en verdad me dolía, y mi cabeza me jugaba malas bromas mostrándome abruptamente, pensamientos más allá de solo extraños.

  En aquél extraño momento no se sentía como sí solo fueran pensamientos. Iban más allá de solo eso. No eran ajenos, se sentían como dejabus, aunque supiera que nunca había vivido nada similar a lo que estaba pensando. Eso creía. Lo que quiera que fuera que estaba pensando, estuvo ahí conmigo antes. Tal vez fueron pensamientos que tuve mucho más joven, imágenes y figuras que vi en algún momento que no recordaba ni entendía. La familiaridad con la que me sentía como una niña me hacía sentir tan miserable. Había odiado con todas mis fuerzas haber sido una niña. No podía esperar el momento para crecer e irme para siempre de dónde me encontraba y ahora que lo había hecho, sentía un profundo vacío.

  Por mucho que me esforzara por recordar mis propios pensamientos un minuto después, en menos de un minuto quedaban totalmente olvidados. Es más que ya no recordaba ni por qué lloraba o si es que hubó una razón para llorar. Apreté los ojos y observé a Izzy.

—Oye, Iz. —le llamé. Izzy se sentó a mi lado sobre la arena y tiró de mí para que me apoyase en él. —Creo que quiero llamar a mi madre.

— ¿A tu madre? —preguntó. Y sé que tardé muchisímo en responder. Me había quedado incluso sorda en el lapso de respuesta pero cuando recordé que me había hecho una pregunta, respondí de inmediato.

—No me había dado cuenta de lo mucho que la extraño.

—La diferencia de horario y los horarios de tu madre... debe de estar durmiendo todavía. ¿Quieres que llame de todas formas? —preguntó y lo pensé otra vez, varios y largos segundos. Ella ya no estaba aquí, era cierto, se había ido a su estúpida Europa. Me quedé perpleja, tratando de respirar.

—Ella no me llamó ni una vez por mi cumpleaños. Axl lo inventó en la mañana. Le estuve llamando y jamás me respondió. —sentí como mis ojos se humedecían cada vez más, y prontamente las lágrimas cayeron de golpe hasta mis piernas. Tuve que sacudir mi nariz, respirar, y llorar por más tiempo.

—Nunca antes habías consumido nada, ¿Cierto? —preguntó Izzy, llamando mi atención.

—Creí que no quería arruinar mi vida ya que todas las personas que me la estaban arruinando las consumían. —respondí.

—Entiendo. —respondió. Y pensó sus palabras. Se notaba lo incomodo qué estaba y cómo no sabía ni qué decir. Y de cualquier manera, él estaba aquí. —No es tan malo, sabes. Por una vez no creo que te vaya a hacer ningún mal. Deberías dejarte llevar, porque te estás poniendo palida y si tienes un mal viaje, dudo que se te vaya a olvidar esté cumpleaños alguna vez.

—No tiene sentido, yo jamás voy a olvidar este cumpleaños, no puedo respirar, me duele y... y tengo que ver a Axl. —me puse de pie abruptamente. No sentía mis piernas. Sentí que me rompería las rodillas si daba un paso en falso siquiera porque juro que no sentía mis piernas. Pero logré caminar, e Izzy me detuvo. —Izzy, comienza enserio a hacerme extraño que me quieras tener tan desesperadamente lejos de Axl.

A rapist stepfather. |#1| Axl Rose.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora