Capítulo 52.

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______ Seymour.

—Bienvenida a la vieja habitación. —Axl levantó las manos como un showman haría. A nuestras espaldas cerró la puerta con pestillo. Afortunadamente tenía un pestillo, porque la puerta, aunque era de madera, estaba rasgada de algunas partes, dándote la impresión de ser vieja o que alguien quiso molerla a golpes.

  Está habitación iba a estar lejos de parecerse a las que Axl poseía en su casa. Costosas, minimalistas y con vistas a una playa. Está habitación estaba tan encerrada que era un milagro encontrar una pequeña ventana, donde solo verías largas avenidas y vehículos aparcados.

  Era un espacio pequeño. La cama matrimonial medía la mitad de lo que su cama actual medía. Su armario era un viejo mueble de madera que tenía en una de sus puertas, un espejo reventado. Para mí había sido icónico notar como aún habían algunas prendas en ese armario. Prendas que seguramente, utilizaba en esos días. Incluso estaban tan mal ordenadas que te hacían saber qué, definitivamente , había vivido un Axl mucho más joven, aún inmaduro.

  A simple vista, encontrabas esa clase de desorden que te hace saber que el lugar no ha sido habitado en mucho tiempo, pero no había mucho más desorden del que pudieras imaginar.

—Así que, aquí es donde dormías cuándo todo realmente comenzaba. Digo realmente por qué sé que el inicio fue en la casa del infierno. —mencioné, haciendo que él me mirara de reojo por un segundo. Se encontraba de pie junto a su antigua mesa de noche y observaba el viejo reloj que ahora mismo sostenía.

—No te equivocas; fue en la casa del infierno. —respondió, aún distraído.

— ¿Sabías que es inevitable para mí querer saberlo todo, no es cierto? Enserio, no consigo evitarlo...

—He estado al tanto con el tema del fanatismo. —fue su corta respuesta. Sabía que en eso pensaba. Me acerqué a él, apoyándome en el mueble en el que su vista se perdía. Cuando me miró, ladeé la cabeza suavemente para hablar y además, batí mi cabello con un dedo.

—Más bien, creo que te quiero tanto que siento que necesito saberlo todo. —hablé suavemente para él. Mi mano tomó suavemente el crucifijo de su pecho para ponerlo en orden, había estado enredado con otra cadena. Ahí aproveché para acariciarlo y mirar sus ojos.

—Oh, sí. Suena jodidamente bien cuando lo recuerdas. —la mano de Axl tomó mi cintura. Definitivamente lo tenía donde quería. Sonreí y me acerqué hasta sentir su boca atacando la mía. Era el mejor besador con el que hubiera tenido suerte de liarme; eso lo sabía y me aprovechaba de eso. —Técnicamente sí, aquí dormía. —interrumpió nuestro beso para responder una pregunta que ya había olvidado. Un poco agitada lo observé confundida.

— ¿Técnicamente?

—Cuándo no estaba en casa de alguna desconocida, sí, aquí dormía. —era una honesta respuesta. Nunca me importaron esas respuestas, pero en ninguna que hubiera recibido antes se involucraban tantas mujeres a la vez.

—Bien. —respondí, intentando sonar efusiva. Axl no evitó la carcajada que me dedicó.

—Ahora ya no quieres conocer toda mi vida.

—Por supuesto que quiero. Aunque nada sobre sexo. —Axl volvió a reír.

—Es la mejor parte. —contestó y vi la mueca en su rostro. Quería molestarme y saberlo me hizo reír. Me senté contra la cama y crucé mis piernas frente a mí.

—Algún día realmente querré saberlo todo. —aseguré. Sus ojos verdes me encararón y susurré "todo". Él se reía.

—Estoy muy entretenido siendo tuyo que no me interesa volver al pasado. —Axl acarició mi mejilla y volvió a moverse. Está vez se dirigía al tocador y lo perseguí.

A rapist stepfather. |#1| Axl Rose.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora