Capítulo 33.

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Axl Rose.

—Esto no es porque la engañé... —gritó detrás de mí. —... ella te tiene... ¿No es así? —me hizo detenerme. ¿Qué le decía? Stephanie era miserable. Una persona desgraciada. No tenía mucho por qué vivir ni por quién vivir, solo se interesaba por ella misma. Pero ni siquiera en el último momento creía que se mereciera esto. Nadie lo merecería. Cuándo me volví para verla, estaba llorando. —Esa pequeña bastarda... sino fuera tan fácil...

—Cállate, Stephanie. —espeté.

—Creyeron los dos que nunca iba a darme cuenta... creyeron que soy tan imbécil para jamás poder notarlo pero aquí me tienes. Trataste de advertirme esa mañana en la playa, de advertirme lo que ella quería hacer...

— ¿Eso fue lo que entendiste? ¿En algún momento se te ocurrió cuidar a tu hija mejor de un imbécil cómo lo era yo? —pregunté, irritado, tanto que me froté el rostro.

—Nunca me importaste demasiado cómo para ir detrás de ustedes dos. Simplemente, jamás hubo un momento.

—Pero debiste haberlo hecho, ¡Por ella!

— ¿Por ella? ¡Ella siempre estuvo en contra mía! ¿Y tú? Tú ni siquiera eres tan distinto de ella. Hiciste por ella lo que jamás pudiste hacer por mí.

— ¿Sabes qué? ¡Tienes razón! Todo este tiempo se ha tratado de ella. Aún cuando estuve tratando duramente de quererte, aún cuando te pueda jurar que lo intenté y me recriminé por cada una de las noches que me fui a acostar pensando en ella en vez de ti, aún con todo eso, ya no me arrepiento. Sin darme cuenta terminé queriéndola a ella, y no a ti. Ella es todo lo opuesto y ni siquiera comprendo cómo es posible que de alguien como tú, y de alguien como el imbécil de su padre saliera alguien como ella que está por mucho lejos de toda esta mierda.

—Solo la quieres porque es joven e inocente. Algún día toda esa inocencia se acabará y no tienes idea de cómo se sentirá ella cuándo sepa que solo la querías por eso.

—Me está tocando los huevos que el mundo sea tan enfermo como para sugerir eso. No la quiero por eso. La quiero precisamente porque es todo lo opuesto a eso, y su forma madura de lidiar con inútiles como tú sin destruirse. Es inocente pero no ingenua. Y cuándo esa inocencia acabe y ella sea una mujer, entonces quiero estar ahí para verlo y comprobarle a todo el puto mundo cuánto puedo quererla importándome una mierda su maldita edad. Mientras tanto tú vete al demonio. Con o sin tu aprobación haré lo que tenga que hacer con ella, lo que ella me permita. Y lo que tú, o alguien más opine no importa. Es ella la que decide.

—Has lo que quieras hacer, Rose. Nadie te detiene. No son tan importantes ustedes dos ni siquiera para mí como para que quiera impedirlo.

—Me haces las cosas más fáciles, muchas gracias. —la ignoré. Ya tenía que irme.

— ¡Espero que rompa tu corazón hijo de puta! —gritó lejos de mí, y me reí.

— ¡Eras mi favorita de todas mis opciones, Steph! —le dije, desde las escaleras, antes de empezar a bajarlas. Ella todavía lejos de mí se detuvo, tenía el pecho acelerado. —Te prometo está vez que por cada vez que me vaya a acostar a la cama, no voy a evitar quedarme pensando en lo verdaderamente perra que eres. Mira todo lo que le hiciste a tu hija, a cada persona de tu vida. Quién sabe en cuantos problemas te hayas estado metiendo en toda tu vida, pero tienes que estar loca sí piensas seguir viviendo así contigo comportándote como una desquiciada. —ya no dijo más. Seguí caminando. —Una última cosa más. Sí dices algo de todo esto a la prensa o sí das tu versión de los hechos, te arrojaré al abogado más ambicioso que he conocido de toda América y haré que te exprima hasta los centavos. Mejor no lo intentes. —eso fue lo último que dije, antes de abandonar su casa.

A rapist stepfather. |#1| Axl Rose.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora