Capítulo 47.

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______ Seymour.

—Bueno, mi querida muñeca de ojos verdes, ¿Quieres ir a algún lugar? —Meegan le preguntó a Adriana. —_____ y yo invitamos, ¡Pero sin que te embriagues! O nos dejarías en la ruina, gastas cantidades infinitas en alcohol. —dijo entre risas. Yo también me reí, por mucho que no fuera gracioso el alcoholismo de una persona. No tenía ningún problema con invitar lo que fuera a Adriana. Lo que sea, con tal de que se pusiera mejor.

—Tengo resaca, pero sí me gustaría salir. —decía, más emocionada.

  Se puso de pie frente al armario y escogió el primer atuendo que encontró. Un vestido suelto de color blanco y apenas se lo puso supe que se veía hermosa. No podía entender por qué una chica como ella perdería su tiempo con tantos chicos distintos que no valían la pena, sí estaba luciendo así. Estaba tan hermosa. Parecía efectivamente, una muñeca de ojos verdes, con su cabello castaño, sus pequeños ojos verdes, sus dientes y labios perfectos, la nariz pequeña y respingada y su atractivo cuerpo. Todo para sentirse tan poca cosa. Después de que ambos la elogiaramos hasta el cansancio, bajamos hacia la primera planta y el timbre de la casa se hizo escuchar por todo el lugar.

—Suena desesperado quién quiera que sea, ¿Y si es un loco con la sierra? O peor, ¿Mis padres? —preguntó Adriana, a punto de reírse. Meegan y yo nos reímos, pero al final fue Adriana quién abrió la puerta. Eran ellos. Axl, Slash, Steven y, ¿Grant? Lo conocí la tarde del cóctel hacía meses.

  Steven llevaba rosas consigo y llegó directamente con ella. Lo que más me sorprendió fue ver la calle completamente empapada, nosotras ni siquiera nos dimos cuenta de que había estado lloviendo. A las espaldas de ellos revisaba la avenida hasta que en el navegar de mis ojos encontré esos ojos verdes que en realidad, hoy se veían azules. Él estaba mirándome y tuve que sonreírle al instante sin querer acercarme, puesto que ahora mismo, Steven declaraba su amor por Adriana.

—Habíamos dicho antes que iríamos hasta el final, ¿Lo recuerdas? —A Steven no le importó hablar frente a todo el mundo. Sonaba tan desesperado y sin duda, su tristeza parecía real. Tuve que llevarme las manos al pecho y llenarme de la emoción de esos dos. Adriana me encontró con esos ojos confundidos he hizo un gesto que podría leerse fácilmente como un ''¿Ahora qué hago?'' y yo no supe que hacer, así que solo asentí.

—Bien, Stev, creo que te tardaste demasiado en volver por mí. —Adriana se abalanzó sobre él para abrazarlo y besarlo. Izzy y Grant comenzaron a aplaudir muy divertidos y a todos nos hicieron reír, hasta a Adriana, que tuvo que dejar de besar a Steven para reírse.

—Hey... —dijeron en mi oído, mientras una mano se deslizaba por mi brazo y sentía el cuerpo de alguien muy cerca del mío. No tuve que girarme para ver de quién se trataba, porque el aroma del delicioso perfume de Axl golpeó mi nariz. No se movió de mis espaldas mientras hablaba. —Esto es demasiado drama, más del que ambos queremos ver. ¿Tienes un minuto para acompañarme afuera? —hice lo que me dijo. Me volví hacía él y sujeté su mano, ambos nos encaminamos afuera.

—Está fresco. No sabía que había llovido, ¿Cómo la han pasado en el bar? —hablé rápido una vez que sentí el fresco golpearme. Solo quería distraerme, no traje una chaqueta conmigo y además, acababa de hacerle una pregunta demasiado personal. No sabía a qué tipo de bar habían ido y Adriana lo dijo, ''ustedes salen con Axl y con Slash". Desde entonces, no había dejado de pensar indirectamente en eso. Axl hizo un movimiento para quitarse la chaqueta y lo detuve. —No, está bien, estoy bien.

—Voy a requerir algo de tu tiempo y preferiría que no estuvieras congelándote. —bromeó.

—Lo digo enserio. No tengo frío. —Axl me examinó unos leves segundos. Dio un repentino paso hacia mí, y no tengo idea de por qué lo hice, pero retrocedí y él a lugar de tomarlo personal, dio otro paso y me arrinconó con la pared.

A rapist stepfather. |#1| Axl Rose.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora