Capítulo 55.

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______ Seymour.

  No habría podido dar tantas palabras para lo que acababa de pasar. Axl era creativo, por supuesto, era el experto. Estaba sobre él moviéndome muy poco, sostenía mis caderas y él hacía el resto y ahí fue cuando estallé justo encima de él. No importaba cuán excitada estuviera, sí había gritado o sí él lo había hecho. Estaba claro que había sido romántico, especial. Nos habíamos abrazado y besado durante mucho tiempo y después, volvimos a la bañera.

  Mantuve mi pecho apoyado contra la porcelana de la bañera, mis brazos aferrándose a las orillas y mi trasero al aire libre. Axl culminó en esa posición. Lo escuché gritar a mis espaldas completamente excitado repleto de placer, deteniéndose en un leve empuje dentro de mí, y no pude evitar sonrojarme. Mantenía ese ceño fruncido, las mejillas sonrosadas y sus labios abiertos para liberar aquel sonido de placer. Ver su rostro culminando en ese desenlace me hizo sentir más allá de afortunada, porque de hecho, sí lo era. Ya creía que era guapísimo, pero verlo en ese estado, tan débil y agotado mientras su cuerpo sentía las miles de sensaciones y emociones que desbordaba un orgasmo, aún dentro de mí, estaba en otro nivel.

—Estoy cansado como el carajo, _____. —susurró, en un jadeo. El rojo de sus mejillas, su cabello húmedo despeinado y el sudor en su rostro, demasiado sexy para olvidar, recordaría su rostro para siempre.

  Era además el mejor rostro que hubiera visto en toda mi vida pero con todos esos detalles que delataban lo que acababa de suceder, hacían que quisiera quererlo por completo.

  Habría querido poder sacarle una fotografía de aquél momento. Una cámara de video y filmar su expresión pura y genuina. De tener una cámara, seguramente lo filmaría todo el día.

—Me gustaría dejarte exhausto más a menudo. —no supe que más responder, solo quería besarlo y quería ser yo quien lo dejara jadeando de esa manera, como lo había hecho ahora.

—Con calma, nena. No llevamos prisa.  —advirtió, alzando una ceja divertido. No pude evitarlo, arqueé una de mis cejas.

—Sí sigues así, vas a enloquecerme.

—Creí que ya te había enloquecido. —hizo un puchero.

—Aún recuerdo el nombre de este país, solo dame tiempo. Vas a terminar volviéndome loca, eso te lo aseguro. —Axl se reía. Después de darme un pequeño beso en la frente, abandonó la bañera.

  Caminó sin vergüenza alguna a través del baño, esparciendo gotas de agua por doquier y pude apreciar mejor la vista de su increíble espalda y trasero. No con frecuencia veías ese tipo de traseros en hombres, que no fuesen jugadores de futbol profesional, o algo así, claro. Aún así, Axl estaba mucho mejor que muchísimos atletas. Disfrutaba de la vista, y me preguntaba, ¿Soportaría que le diese una nalgada sin que su ego se viese arruinado? ¿Me dejaría al menos tocarlo? Tarde o temprano sucedería, porque iba a ser inevitable dejar pasar de largo un trasero como ese.

  Me miró, abruptamente. No le importaba ni en lo más mínimo que hubiera estado mirándolo. Tomó la toalla blanca y limpia del tocador de baño y la pasó a través de su cuerpo. Se deshizo del condón primero, ahora sí se dedicó a secarse. Su miembro aún erecto, su pecho húmedo cada vez más seco al igual que el resto del cuerpo. Notó que lo observaba, pero nunca mencionó una palabra de nuevo. Me permitió atesorarlo tanto como pudiera con la vista, hasta que amarró la toalla en su cintura y tomó otra mientras caminaba hacia mí.

— ¿Tienes hambre? Déjame secarte, y luego vamos a cualquier lugar a tomar la cena. —indicó que me pusiera de pie.

—Pero no tengo hambre... —me quejé. Era más la pereza de pensar en dejar la casa de nuevo; estuve fuera toda la mañana, ahora esto. Un refrigerio estaría bien y luego dormiría plácidamente toda la noche.

A rapist stepfather. |#1| Axl Rose.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora