12 de Octubre de 1986 - Barcelona, Catalunya, España
Estabamos en pleno partido. Laura se ha quedado en casa ya que no quiero que se esfuerce demasiado ya que el bebé puede nacer en cualquier momento. Íbamos 3 - 0 con el Valencia y el partido estaba apunto de acabar.
En el tiempo muerto uno de los operarios del club vino a mi corriendo.
-¡ANDREU, ANDREU!
-¿Qué pasa Pedro?
-Tu mujer...se ha puesto de parto.
-¿QUÉ?
Corrí a la banda a hablar con Terry, y hablamos con los asistentes para ver si me podían dejar salir. Al final accedieron y ni siquiera me cambié, con la misma equipación me dirigí al hospital.
-¿Andreu...Salander? ¿Han visto a alguien que se llame así por aquí?
-SOY YO, SOY YO, ENFERMERA.
Esta me miró sorprendida al verme con la indumentaria del club y los manchurrones de césped por la ropa.
-Soy el padre, ¿Cómo está mi mujer?
-Está a punto de entrar al paritorio, si quiere entrar póngase esto, y lávase un poco la cara, por dios.
-Como comprenderá estaba en mitad de un partido, el vestido de la comunión no me lo iba a poner.
Fui al baño y me quité las espinilleras, me bajé las medias y me puse unas deportivas. Me aseé un poco y luego me puse la bata, el gorro y los patucos.
Me dirigieron a la sala de partos y ahí estaba Laura abierta de piernas y casi llorando del dolor. Me dirigí rápidamente a ella y la agarre de las manos.
-Andreu...dios, pensé que no vendrías-Sollozó.
-Ya estoy aquí cielo, tranquila, todo va a salir bien-Le toqué la cara.
Me miró como pudo y se echó a reír.
-No te has cambiado...
-No...para qué-Sonreí.
El parto comenzó, Laura apretaba mis manos mientras hacía fuerza, yo y los médicos la alentabamos para que siguiese haciéndolo de esa forma. Cuando estaba ya a punto de salir Laura lloraba del dolor y yo le besaba la frente para que se calmase.
-Un último empujón, cielo. Tú puedes, vamos.
Empujó con todas sus fuerzas y el llanto de un bebé se oyó delante de nosotros, las enfermeras lo limpiaron rápidamente y vi como le ponían una mantita rosada.
-Es una niña-Dije sonriendo
-Una niña sana y salva-Sonrió la enfermera.
Se la dieron a Laura y esta lloró al tenerla en sus brazos. Yo lloré al verla a ella. Luego, después de llamar a los familiares y amigos la subieron a planta. Depués de que todos le diésemos besos y abrazos cogí a mi niña. Parecía una muñeca y dormía profundamente.
-Andrea...mi nombre en femenino, ¿Te parece bien?
-Me parece perfecto, vida.
Nos besamos.
-Pedro, ve a las oficinas del club, comunícales lo que ha pasado, y apunta a una nueva socia. Andrea Salander Ferrer.
-Culé desde la cuna-Sonrió.
-Por supuesto-Sonreí.
23 de Febrero de 1991 - Allianz Arena, Baviera, Alemania
Después del partido y de la foto con Kahn, Andreu recorría orgulloso el campo con nuestra hija en brazos. Llevaba su dorsal y eso a él le llenaba de orgullo. Fueron a la grada donde se encontraban los culés y los saludó, los fans hicieron lo mismo y la niña alzó su pequeña mano para saludar.
Todos se rieron.
Luego en el túnel de vestuarios nos encontramos todos y presenté a la pareja que había conocido en las gradas; los Schweinsteiger.
Andreu dejó a la niña en el suelo y se dispuso a hablar con Alfred. Andrea corrió y cogió uno de los balones que había por allí. Bastian corrió detrás de ella y empezaron a jugar. Tobias también se unió a la fiesta.
Jugaban los tres tirándose el balón. Nosotros mirábamos la escena sonrientes.
Bastian comenzó a hablarle a Andrea, obviamente en alemán, ella le miraba con una cara muy extraña.
-No le entiendo-Dijo con su vocecita.
Nos reímos.
Invitamos a los Schweinsteiger a Barcelona al igual que ellos nos invitaron a su casa en Múnich.
Eran gente muy agradable.