69

542 24 8
                                    

-¡¿ANDREU?! ¡¿ANDREU?!

Me había colgado. Yo corrí desesperado a la habitación a hacer la maleta para viajar a Barcelona esa misma noche. Lloraba mientras pensaba en qué le podría haber hecho ese cabrón.

Lo voy a matar.

Mi respiración y mi corazón estaban a punto del colapso. En ese momento el teléfono sonó. Corrí esperando a que fuese Andreu.

-¡¿SI?!

-Bastian, soy Scott.

-Scott no puedo hablar, tengo...tengo que coger una avión.

-Pues ya puedes ir cancelandolo porque entras en la convocatoria de este fin de semana. Vas a jugar.

Me quedé congelado.

¿Qué?

-No...no, ahora no...ahora no...-lloré.

-¿Tío qué te pasa?

Se lo conté. Él se quedo en silencio.

-Bastian son órdenes de Mourinho...

-¡¿TÚ TE CREES QUE A MI ME IMPORTAN LAS ÓRDENES DE MOURINHO AHORA!? MI NOVIA ESTÁ EN LA UCI GRAVE.

Le colgué y llamé a Mourinho. Se lo expliqué. Se quedó en silencio y por increíble que pareciese lo entendió, incluso me dio ánimo.

-Para la próxima jornada entonces. Ánimo, se pondrá bien, ya lo verás.

-Gracias Mou. Adiós.

-Adiós Bastian.

El avión aterrizó en Barcelona y mi cuerpo empezó a temblar. En cuestión de 20 minutos estaba en el hospital, vi a Andreu sentado y Laura a su lado. Los dos lloraban, me acerqué y me abrazaron. Lloré.

-¿Dónde está?

Me llevaron a la planta y fui a la puerta de su habitación, la vi através del cristal, estaba entubada por todos lados y tenía una benda en la nariz y moratones por toda la cara.

Lloré. Apoyé la frente en la puerta y lloré desconsoladamente mientras Andreu me echó el brazo por encima.

Pasaron varias horas entre cafés, llantos, y preguntas a los médicos.

-Eh...¿Andrea Salander?

Nos levantamos los cuatro, Marcos había venido también. El médico nos miró a los cuatro.

-Nosotros-Dijo Laura nerviosa.

-¿Quiénes son?

-Nosotros los padres, él su primo, y él su...marido.

Miré a Andreu.

-Bien, siganme.

El médico se adelantó mientras Laura y Marcos le preguntaban qué pasaba. Me acerqué a Andreu.

-He dicho eso porque si digo que eres su novio no te dejan entrar.

Asentí.

Nos explicó lo que pasaba. Numerosas contusiones, una costilla rota, la nariz rota, lesiones internas, la tensión muy alta y la presión sanguínea también. Todos pasamos a verla, uno a uno, hasta que llegó mi turno. Abrí la puerta y sentí que todo mi cuerpo tembló. Rodeé la cama y la miré fijamente. Me senté a su lado en el sillón y agarré su mano. Besé el dorso y no pude evitar ponerme a llorar.

-Lo siento mi vida...siento no haber podido estar ahí para protegerte...yo...yo...lo siento, lo siento muchísimo.

Miré su cara, me mordí el labio inferior.

Fix you - Bastian SchweinsteigerWhere stories live. Discover now