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Empecé a bailar con Erik y Mats.

Andrea se acercó a nosotros y nos dio abrazos, iba hasta el culo, no sabía ni lo que hacía.

Había conocido mejor a Mats, la verdad es que sí era buena gente, lo único e que le encantaba picar a todo ser que se le acercaba. Erik también era buen tío, en la cena nos divertimos mucho con él.

La sintonía de la fiesta cambió por completo, empezaron a introducir ritmo latino y esas cosas.

Sonó 'Siente el boom', esa canción me volvía loca.

Empecé a bailar entre ellos dos, uno detrás de mí, y otro delante de mí. Cada vez estábamos más pegados. Mats y Erik me agarraban de la cintura mientras bajamos y subíamos al ritmo de la música.

Me iba turnando para darle la espalda a uno y darle la cara al otro.

Cuando me quise dar cuenta me estaba morreando con Mats, luego con Erik, y así sucesivamente.

Erik y yo nos estábamos comiendo literalmente la boca, mientras este tenía las manos en mi trasero, Mats estaba con las manos en mi cintura y me daba besos en el hombro

Salimos de allí, no sabía ni qué hora era y tampoco me importaba. Yo me fui con los chicos a la casa que tenían allí en Ibiza.

Entramos y empezamos a desnudarnos.

Madre mía, tenían cuerpos de dioses.

Se abalanzaron contra mí, sus manos las posaban en todos los lugares posibles de mi cuerpo mientras nos besábamos con mucha pasión. Me separé de ellos y los senté en el sofá a cada uno, me puse a horcajadas de Mats y empecé a recorrer su cuello y su clavícula dándole besos, me moví hacia adelante encima de su miembro, dio un gemido.

-Oh Cris, cariño-Puso su cara entre mis pechos y empezó a besarlos sin piedad alguna.

Erik miraba la escena con una sonrisa en la cara.

Repetí el mismo proceso con Erik, pero estuve moviéndome encima de él más tiempo. Mats se acercó y besó mis labios y luego sentí su lengua chocar con la mía.

Mats me cogió y me echó al suelo abriéndome de piernas, Erik y él se miraron. Se turnaban para hacerme padecer con sus labios y su lengua.

Dios.

Erik se puso de pie mientras Mats se ponía el condón y se sentaba de nuevo en el sofá. Me volví a sentar encima de él, a ahorcajadas y dándole la espalda. Introdujo su miembro en mí, y di un pequeño gemido.

Miré en frente de mí y empecé a juguetear con la amiguita de Erik.

Después repetimos el mismo proceso pero al revés, Erik dentro de mí y yo jugueteando con la amiguita de Mats.

Tenían unos rabos de infarto.

Nos fuimos a la habitación a seguir disfrutando de nuestros cuerpos. Esta vez, mientras Erik estaba abajo bebiendo agua, Mats abrió mis piernas y me saboreó repetidas veces haciendo que explotara varias veces. Eché la cabeza hacia atrás mientras le tenía agarrado del pelo.

Se incorporó y me miró sonriendo, y luego se introdujo en mí mientras me agarraba de las caderas. Me embestía con intensidad.

Vi como Erik estaba apoyado en el marco de la puerta mientras nos miraba.

-Yo también quiero-Dijo acercándose.

Le hice un gesto de que se acercase. Mats me dio un beso con lengua, se apartó y le relevó Erik.

Me embestía mientras recorría mi cuerpo con sus labios. Eche mi cabeza hacia atrás mientras gemía.

Erik paró y me cogió, se acostó y me puso encima de él pero dándole la espalda para poder mirar a Mats.

Mats se acercó y me ofreció su miembro.

-Hora del bibe, cielo-Puso su sonrisa arrogante.

Hice lo propio, pasaba la lengua de arriba abajo viendo como él se estaba retorciendo de placer.

El resto de la noche, nuestros cuerpos siguieron retorciéndose a causa del placer en diferentes posiciones, lugares y maneras. El deseo había nos invadido y se había manifestado de esa forma tan perversa y excitante.

Estaba medio de ellos dos, mientras ellos dormían, yo seguía recordando el mejor polvo, o mejor dicho, los mejores polvos de toda mi vida.

A la mañana siguiente me desperté, Mats y Erik dormían a mi lado profundamente. Pude ver sus torsos mejor.

Madre de dios.

Me levanté, me vestí y me fui abajo en silencio. Me tomé algo, hasta que de repente me taparon los ojos. Me reí. Cuando me di la vuelta vi que era Mats, iba completamente desnudo.

-Buenos días, ¿Ya nos abandonas?-Se acercó.

-No les avisé a los chicos de que me vine aquí, deben estar preocupados y...

No me dejó terminar porque me dio un besazo. Después de eso vi como Erik bajaba, también iba sin nada.

Nos miramos en silencio. No hizo falta que me dijesen nada para saber lo que querían.

Después de desnudarme con rapidez, volvimos a repetir lo de aquella noche.

Fix you - Bastian SchweinsteigerWhere stories live. Discover now