Justo cuando dieron las 00:00 llamé a Andrea. Por desgracia no podía estar con ella ya que estaba en Watfford concentrado con el United, ella se encontraba en otro hotel y nosotros en el nuestro.
13 de Octubre. Andrea cumplía 30 años.
-¿Sí?
Con mi pequeño altavoz de beats puse 'Million Reasons', de Lady Gaga.
"I bow down to pray
I try to make the worst seem better
Lord, show me the way
To cut through all his worn out leather
I've got a hundred million reasons to walk away
But baby, I just need one good one to stay"
Movía mi pierna nervioso mientras la majestuosa voz de Gaga sonaba, me preguntaba qué estaria pasándose por la cabeza de Andrea ahora mismo.
Después de un breve rato acabó.
-Esa razón eres tú, Andrea. Te amo, muchísimo, y te llamaba, por supuesto, para desearte un feliz cumpleaños, y que mañana lo celebraremos por todo lo alto.
Oí sus sollozos al otro lado del teléfono.
-No llores, preciosa.
-Te quiero mucho, lo sabes, ¿No?-Dijo con dificultad.
-Yo también, mi vida-Me reí.
-Gracias, ojalá pudiera darte un abrazo ahora mismo...
Miré la hora y luego miré a Ander, se había quedado dormido con los cascos puestos.
-Pues podrás dármelo, en 10 minutos estoy allí.
-Gordi, que te pueden pillar, no hagas tonterías, por favor.
-Nos vemos ahora, vida.
Colgué.
Me levanté en silencio y me vestí para disimular. En el bolsillo me eché la cartera, el móvil...salí de allí en silencio y en la calle me topé con De Gea.
-¿De Gea?
-Shhh, cállate Bastian, joder.
-¿A dónde vas?
-¿A dónde vas tú?
-A ver a mi novia, es su cumpleaños.
-Muy bien.
Qué borde es, dios.
Nos despedimos y me contó que tenía una amante, le estaba siendo infiel a Edurne.
No entiendo a la gente.
En cuestión de unos minutos llegué, pedí la llave y subí, al abrirme se le dibujó una gran sonrisa en la cara, me abrazó y nos besamos.
-Feliz cumpleaños, gordita-Sonreí, luego le di un gran ramo de rosas.
-¡Awwww! Gracias gordito, es que eres tan precioso-Me besó.
Pasamos dentro y al instante estaba sentada en mis piernas abrazándome.
-Tengo otra sorpresa-Acaricaba su pierna.
-¿Más?
-Y lo que te queda...-Besé su sien.
De mi chaqueta saqué un sobre negro, luego se lo ofrecí. Ella lo cogió con cautela y lo abrió, al leer lo que había dentro me miró sorprendida.
-Un viaje a Nueva York...-Sonrió.
Sonreí y luego la besé en la mejilla.
-¡Sorpresa!-Dije en castellano.
