Las chicas y yo fuimos a ver el Alemania - Francia. Cristina estaba súper emocionada, un espectáculo como este, era único en el mundo. Anna se aburría un poco, no estaba su Lewy así que a ella el partido le daba un poco igual. Yo seguramente era la que más emocionada estaba de las tres, quería que Alemania pasara, se lo merecían y quería ver a los chicos felices.
El partido no cumplió ni con la mitad de mis expectativas, Alemania fue bajando el nivel cada vez más, y fue a peor cuando pitaron un penalti en su contra por una mano de Bastian en el área.
El golpe de gracia fue cuando Francia marcó el segundo, a la campeona del mundo le habían pasado literalmente por encima.
Manu había tenido dos fallos gordísimos.
Las caras de los jugadores reflejaban dolor, decepción y tristeza.
Cuando todos se metieron en el túnel bajé a ver a Manu, Anna y Cristina se fueron a los alrededores del estadio a comer algo mientras me esperaban.
Manu había sido el último en entrar.
-¡Manu espera!-Me apresuré para alcanzarle.
Dudó en girarse, pero lo hizo. Cuando me miró vi que tenía los ojos llenos de lágrimas, mi primera reacción fue abrazarle.
Sollozó en mi hombro.
-La he cagado pero bien-Dijo con una voz temblorosa.
Se separó de mí y se sentó en suelo, miraba a este sin expresión alguna en el rostro.
-No digas eso, si falláis, falláis todos, la culpa no tiene que caer sobre alguien en particular-Me senté en frente de él.
-Toca empezar de cero y ya está, Rusia nos espera, no podemos estancarnos en esto, por muy duro que haya sido-Apoyó la cabeza en la pared y miró hacia arriba.
Seguimos hablando durante un rato, intentaba animarle, pero no daba resultado.
-Gracias por venir a verme Andrea-Me miró a los ojos.
-No hay de qué, te lo debía-Le sonreí.
Se inclinó hacia adelante y me quedé entre sus piernas. Mis mejillas se encendieron.
Debido a la vergüenza miré al suelo. Él me levantó la cara por la barbilla.
-¿Qué pasa? - Sus ojos turquesa me miraron fijamente.
No dejó que contestase debido al beso que me dio. No me resistí, sus labios carnosos eran muy tentadores.
El beso cada vez se volvía más intenso.
Puse mis manos en su cara y él puso las suyas en mi cintura.
Seguía besándome, me puse de rodillas, y él me rodeó la cintura con su brazo derecho.
Mi cabeza iba al sonido de ''Guns and Roses'' de Lana del Rey mientras Manu me besaba. Lo hacía de maravilla, nuestras lenguas luchaban por un primer lugar.
Me puso a horcajadas encima de él, sentí su erección.
Oh dios.
El beso no cesaba, hasta que me levantó en peso e hizo que le rodeara con las piernas, recorrió el túnel de vestuarios conmigo. Cuando llegamos al final me bajó, los dos teníamos las mejillas encendidas. Respirábamos con dificultad.
-Joder-Dije llevándome una mano al pelo.
-Sí...-Sonrió-Debes marcharte aunque no quiera, no deberían vernos, y espero que no nos hayan visto en el túnel, porque si no seríamos la comidilla de toda Alemania-Dijo mirando al pasillo.