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Me desperté con los primeros rayos de sol que iluminaban la habitación. Me estiré y sentí que estaba sin sábana. Miré a mi lado y no estaba. Me senté rápidamente en el bordillo e inspeccioné la habitación para buscarla.

Ni rastro de ella.

Habrá bajado a desayunar.

Me vestía mientras recordaba la noche anterior.

Dios...el cielo en la tierra.

Sonreí.

Me peiné el tupé y me dirigí abajo para desayunar con ella. Entré al salón, vi a Andrea y a Sara.

-Buenos días, chicas.

Sara levantó, me sonrió, le dijo algo a Andrea, y se marchó. Yo me senté a su lado, la miré y estaba algo nerviosa. Cogí la silla y la acerqué más a mi.

-¿No me dices nada cariño?

-Buenos días...-Dijo tímidamente.

Puse mi mano en su pierna y ella me miró nerviosa. Me acerqué y la besé despacio.

-Bastian...anoche...

-Anoche todo fue maravilloso.

-Sí...

-¿Pasa algo?

-Eso es trampa...

-¿Qué es trampa?-Me reí.

-Hacerlo...besarnos...eso me ablanda...

-¿Te ablanda?

Me acerqué despacio y la besé lentamente.

-Bastian...por favor...

-Te amo, y lo de anoche te lo haría hasta que me pidieses que parase.

-Eres un ninfómano...-Susurró.

Sonreí.

-Tu ninfomano...-Murmuré.

Ella se separó de mi y siguió bebiendose su café en silencio. Yo la observé fijamente con una sonrisa estúpida.

Llevaba su pelo liso bien peinado, una camisa de tirantes, y un short. No llevaba maquillaje y tenía la piel más morena.

-No me mires más, me pones nerviosa.

-Estaba contemplando lo bonita que eres.

Sonrió y se terminó el café. Yo me terminé de beber el mio a toda prisa.

-¿Vamos a la playa?

Asentí sonriendo.

Quedamos en vernos en 20 minutos. Yo a toda prisa me puse el bañador y me arreglé lo mejor que pude para poder disfrutar del sol de Punta Cana. Bajé y allí algunas personas me pararon para fotos y eso. Luego, fui al sitio acordado y allí estaba ella esperándome.

Iba con el pelo suelto, un bañador que dejaba ver su espalda, y encima un short.

-Hola...-Sonreí.

-Hola.-Sonrió.

Me agarró de la mano y nos adentramos en la arena blanca para poner las pocas cosas que llevábamos en las tumbonas. Yo me quité la camiseta y las chanclas mientras ella se quitaba el short.

Nos quedamos con la ropa de baño los dos, ella echó andar delante de mi y me fijé en su trasero.

Bastian, ya.

Fui detrás y nos metimos en el agua. Debajo del agua pasé mis manos por su trasero y ella gritó sorprendida.

-Vaya manoslargas...

Fix you - Bastian SchweinsteigerWhere stories live. Discover now