La pequeña Charlotte desesperada por romper la relación de Bastian y Andrea decidió ir a urgar en las cosas de nuestro mediocentro alemán. Al entrar en la habitación la vio bastante ordenada. Fue al cajón del lado derecho de la gran cama y abrió el primer compartimento. Habían varios relojes y esas cosas. Abrió el de abajo y vio que habían solo cables.
-Joder.
Fue al del otro lado, en el primer cajón se encontró una caja de pañuelos, medicamentos y algo que le hizo mucha gracia.
Condones.
Pensó en pincharlos para arruinar las nochecitas de lujuria entre esos dos, pero descartó la idea.
-Es tan estúpido que cuidaría del mocoso y todo.
Abrió el de abajo, encontró el imac, un ipod, la tablet y más clabes.
Enfadada y maldiciendo fue al vestidor, donde encontró bastante ropa (obviamente), zapatos y demás cosas caras. Al final del vestidor pudo ver algunas prendas de Andrea. Revisó todos los cajones y en el último encontró la guinda del pastel.
Unas esposas, lubricantes (dos botes para ser más concretos), más condones, un antifaz, y plumas.
-Uf...cómo será este hombre en la cama...
Fue al baño y vio lo típico, cosas de higiene. Vio varias cosas de Andrea, como maquillae, compresas, tampones y todas esas cosas.
Pensó en qué podría hacer para herir los sentimientos de la española.
Sonrió al pensarlo.
Por la tarde, el pobre Bastian rendido por el entrenamiento en Old Trafford más las 3 horas con su entrenador personal cayó rendido en el sofá mientras la morbosa Charlotte le observaba fijamente.
Nuestro alemán tiene un sueño tan profundo que no lo despertaría ni un terremoto.
Estaba dormido con la cabeza ligeramente girada hacia la izquierda, llevaba puesto un chándal gris y una camiseta blanca.
Charlotte observaba todas sus facciones mientras se mordía el labio, hasta que se le ocurrió una idea.
Se acercó con cautela y recordó que Bastian tenía un sueño muy pesado. Cogió su iphone 6s y abrió la cámara, apartó la ligera manta y se mordió el labio. Subió su camiseta hasta arriba y vio su torso trabajado y marcado.
-Mmm, madre mía-Susurró.
Pasó su mano despacio por el, él no se inmutó. Ella se calentaba cada vez más.
Hizo una foto.
Seguidamente metió con cuidado la mano por dentro del pantalón notando que debajo de este no había nada. Se quedó muy sorprendida. Miró la cara del alemán y este tenía una ligera sonrisa, seguramente estaba pensando en que Andrea era la que estaba urgando en sus pantalones.
Hizo otra foto.
Volvió a dejarlo todo como estaba y subió arriba, allí se esposo una de las muñecas mientras tocaba su cuerpo para que algunas partes estuviesen rojas. Después echó una ligera línea de lubricante sobre su vientre e hizo la foto.
Se limpió y en una posición un tanto extraña se hizo un chupetón en el muslo interno de la pierna.
Al final, lo dejó todo como estaba y bajó abajo viendo como Bastian seguía durmiendo. Sonrió al pensar en lo que estaba por venir.
Mi mala cabeza hizo que estuviese de malos rollos con Andrea de nuevo. Me maldecía por ello y encima se había quedado Lotte en mi casa a pasar la semana, eso la ponía de muy mal humor.