Septiembre de 2016 - Centro penitenciario Brians de Barcelona, Cataluña.
-¿Qué desean?
-Venimos a ver a un preso.
-Perfecto, nombres y luego me dicen el nombre del preso.
-Víctor Fernández Pérez y Bruno Hinajosa Alvarado...y buscamos, a Alejandro Castillo Ruíz.
-Alex, ¿No?
-Sí.
-A ver si es el que yo creo, Alejandro Castillo Ruíz, condenado a tres años de cárcel por violencia de género, ¿No?
-Así es.
Les dejaron pasar y entonces los celadores les llevaron al módulo donde se ubicaba el susodicho. Al verles este sonrió arrogante y se sentó en frente del cristal de metracrislato.
-¡Alex! ¡Vaya cachas te has vuelto tío!-Sonrió Bruno.
-Ya ves, aquí dentro tenemos mucho tiempo libre.-Sonrió.-¿Cómo estáis vosotros?
-Bien tío aquí, currando y todo eso. Ya sabes.
-Qué ganas de salir fuera, me quedan dos semanitas y ya está.
-Tenemos que pegarnos un fiestón de esos nuestros, y liarla por ahí tío.
-Ya ves...aunque sólo con vosotros...porque el grupo me odia, por lo que le hice a la perra de Andrea.
-Son imbéciles, ni te rayes tío.-Soltó Bruno.
-Perra.-Se rio Victor.
-Lo es, y una puta zorra, se ha buscado las castañas pero bien bien.-Sonrió Bruno.
-¿Os seguís hablando con ella?
-Poco, pero de vez en cuado la vemos, tiene novio nuevo.
-Ojalá sea como yo y le de buenos guantazos.
-Es futbolista, ¿Sabes quien es Bastian Schweinsteiger?-Dijo Víctor.
-No jodas...obvio que sé quien es. Bua, qué perra, dios, con uno de los buenos encima.
-La vida la tiene solucionada ya.
-Si se lo folla como me follaba a mi te aseguro que sí.
Se rieron.
-Deberías hacerle una visitilla.-Dijo Víctor burlón.
-Cobrarle los tres añitos que estuvimos sin ti.-Sonrió Bruno.
-Darle un susto, nada del otro mundo.-Se rio Víctor.
-Lo he pensado sabes, pero si me pillan me meten en el talego, y la condena sube a más.
-Tío, de noche, sin que nadie se entere, ya sabes.-Dijo Bruno en voz baja.
-No sé tios, ya veré.
-SE ACABÓ EL TIEMPO DE VISITA.-Gritó el celador.
-Nos vamos loco, nos alegramos de verte.-Sonrieron.
-Y yo a vosotros, hasta dentro de unos días, o si no, unas semanas.-Sonrió.