Capítulo VI: Policía bueno, policía malo

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Por vigésima vez en lo que iba del día, todos sintieron un feroz y seco golpe venir desde la oficina y un grito de 'Jodida mierda' que ya no les sorprendía. Algunos se miraron sorprendidos, otros solo bufaron y siguieron en sus deberes, ya acostumbrados al alboroto que había comenzado desde temprano en la mañana.

Desde su lugar, le vio lanzar el teléfono lejos, por vigésima vez y cubrir la cara con ambas manos para pasar los dedos por su cabello de forma desesperada, también por vigésima vez, ¿Qué diablos pasaba? No esperó mucho hasta verle ponerse de pie, rodear el escritorio y con pesados pasos abrir la puerta de la oficina para asomar la cabeza.

- ¡¿DÓNDE MIERDA ESTÁ LUHAN?! ¡LUHAN, JODIDO INÚTIL, VEN ACÁ! ¡Maldición! – terminó de gritar ya adentro cuando casi tropezó con el destruido e inocente aparato telefónico que debía pronto ser reemplazado.

JinKi desde su escritorio buscó con la mirada al joven, solo encontrando a Woo Bin haciendo su trabajo y el de LuHan. Cuando el novato lo vio hacerle una seña para que fuera hasta él, con sus largas piernas se detuvo frente a su escritorio.

- Señor, ¿Me llamaba?

- ¿Dónde está LuHan? No lo he visto en toda la mañana...

- Salió temprano y dijo que volvería en quince minutos, eso fue hace más de una hora y no ha llamado, incluso perdió su hora de almuerzo ¿Desea que me ponga en contacto con él? – preguntó – La capitana se ve muy enojada, ¿Le habrá pasado algo?

- No lo sé – admitió el teniente – Sigue con tus deberes, yo me haré cargo...

Golpes en la puerta le hicieron mirar y ver a JinKi en el exterior, lo que le hizo sentir más enojada. Como si aquello fuese posible.

- Dije que quiero ver a LuHan no a ti, ándate... - dijo secamente, sin importarle que ese mismo hombre frente a ella, era quien había despertado a su lado por la mañana - ¡Fuera!

- Estás asustando al personal – le habló JinKi calmadamente – Están empezando a murmurar cosas, si no quieres quedar como una loca, será mejor que te tranquilices...

- ¡No me digas lo que...! Maldición – suspiró finalmente, dejándose caer en su sillón de escritorio.

KaRye cerró los ojos y suspiró. En su rostro se dibujó una mueca de dolor y de inmediato sus manos viajaron a sus sienes para masajearlas por el dolor de cabeza que tenía. No le bastó mirar para saber que JinKi estaba cerrando las persianas de la oficina vidriada para darles privacidad, lo que le hizo agradecérselo mentalmente.

- Hey... - oyó que le habló a sus espaldas, sintiendo las manos del teniente masajear sus hombros para robarle unos cuantos gemidos satisfactorios – Hola...

- Hola – respondió con desgana – Lamento haberte gritado

- Si me pagasen por cuántas veces lo vienes haciendo desde que te conozco, sería millonario...

Ella rio.

- ¿Qué sucede? – preguntón, barajando las opciones que tenía de recibir una respuesta satisfactoria aunque sabía que sería algo difícil – Sonabas como si quisieras matar al pobre LuHan, ya estoy sintiendo lástima por él...

- N-no, no es nada

'Mentirosa' pensó dándose cuenta de que por más que lo intentara, no podría darle la ayuda que ella pedía en alguien más. Y dolía, porque ella lo seguía relegando a una posición que le tenía más que incómodo, por no decir molesto pero, ¿Por qué seguía ahí? A pesar de que nunca obtendría de KaRye lo que realmente él buscaba, JinKi seguía ahí; como fiel marino al pie del cañón disparando a los malos sin saber los porqués sino, tan solo haciéndolo.

[ Brisas de Primavera ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora