CAPÍTULO XLVIII: El día después

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TaeMin ni siquiera había dormido la noche anterior. JinKi y el Sr. Park pernoctaron esa noche en el departamento del castaño, acompañándolos a ambos. MinHo, había tomado un rol hasta ahora, algo ausente en él.

Él estuvo al lado de TaeMin toda la tarde desde que llegaron al departamento desde el hospital. MinHo había duchado a TaeMin, ambos llorando bajo el chorro del agua, en donde TaeMin se deshacía en cientos y miles de "Perdóname por favor" que MinHo no podía corresponder porque sinceramente, tenía un profundo sentido de agradecimiento con su prima por lo que había hecho.

Después de todo, su TaeMin estaba a salvo e, independiente del estado en el que ahora KaRye estaba o lo que le habían hecho, MinHo comprendía las razones de su prima. Por eso no podía aceptar las disculpas del castaño porque sinceramente, no iban al caso.

MinHo llevó a TaeMin al cuarto, le secó, lo vistió y acostó en la cama, recostándose a su lado. Él le preparó una cena liviana y luego limpió el vómito del castaño cuando su tristeza, le impedían comer normalmente. TaeMin había dormitado toda la noche, despertando con gritos entre sueños, aferrándose a MinHo entre lágrimas.

Finalmente, cerca de las seis de la mañana y gracias a un somnífero que MinHo había puesto en un té de hierbas, TaeMin había logrado dormir. Ahora, ya eran cerca de las nueve de la mañana y MinHo, quien veló el dormir del castaño toda la noche, seguía acostado de lado, con su mirada fija en TaeMin mientras dormía y parecía descansar.

¿Cómo podía soportar tanto? ¿Cómo esta persona, que a sus ojos siempre inspiró protección y una delicada inocencia, podía aguantar tanto sufrimiento? TaeMin había perdido a JongIn, al hombre que le había dado otra oportunidad en el amor y su vida, MinGuk había sido secuestrado y ahora, pesaba en él, la culpa de haber sido la razón del por qué habían lastimado a KaRye.

MinHo ni siquiera podía ponerse en el lugar de TaeMin. Él, que se había quejado de cómo KaRye lo había ocultado del mundo, quitándole, literalmente su vida, ahora con el sufrimiento que TaeMin estaba viviendo, MinHo no tenía más derechos a seguir sintiendo ese odio que antes, había profesado contra tu propia prima. Ella estaba hospitalizada, mal herida y tal vez, podía morir pero, a pesar de eso, TaeMin estaba a salvo y para él, no había nada más importante que eso.

TaeMin se removió en sus sueños, abriendo los ojos perezosamente, viéndose hinchados y rojos.

- Hola – le saludó MinHo, acariciando la frente del TaeMin, removiéndole un cabello que caía sobre sus ojos - ¿Dormiste bien?

Bajando la mirada, TaeMin se acercó a MinHo, sujetándole la polera en su puño. Lentamente se fue contra su cuerpo, desde donde MinHo sintió humedad en su ropa; sabía que TaeMin lloraba y eso, quebraba nuevamente su corazón.

- Por favor... - murmuró besando su cabello – No llores más, no soporto verte así

TaeMin murmuró algo, pero no detuvo su silente llanto. MinHo le abrazó más fuerte, sintiendo que el castaño parecía derretirse en torno a él, casi fusionándose con su cuerpo.

- Perdiste al hombre que amabas, tu hijo fue secuestrado y luego lo de KaRye...

- ¡PERDÓNAME! ¡Perdóname por favor! – exclamó TaeMin, separándose de él repentinamente. Al parecer, su llanto se debía en gran parte a lo que le había pasado a KaRye - ¡PERDÓNAME POR LO QUE LE HICE!

- ¡Hey, no amor! – intervino MinHo – Nada de eso fue tu culpa, nada de lo que te ha pasado ha sido tu culpa, no tienes nada sobre qué pedirme perdón

- Pe-pero, KaRye, e-ella...

- Ella hizo su propia elección – añadió el moreno – Y eligió mantenerte a salvo y yo, no podría estar más agradecido por el sacrificio que ha hecho. Lo que esa gente le hizo, no fue tu culpa amor, no quiero que te sientas mal por eso, ¿Comprendes?

[ Brisas de Primavera ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora