CAPÍTULO XXXIX: El Secreto

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Cerca del mediodía, TaeMin se atrevió a salir de su cuarto. Desde la discusión con KaRye, los roles se habían invertido; había sido él quien tuvo que contener a MinHo mientras lloraba en sus brazos, acunándolo con palabras dulces y llenas de amor. MinHo tenía solo una debilidad y ésta era su familia.

Se había quedado dormido abrazado a TaeMin, viéndose tan pequeño e indefenso, contrastando con esa personalidad ruda que mostraba a todo el mundo pero siendo fiel a lo que él mismo le había confesado horas atrás, cuando estaban en el motel; "No vivía TaeMin, yo, tan solo retrasé el momento de mi muerte; cada día que pasaba era uno que empezaba bebiendo mientras apuntaba mi sien con un arma, y lo terminaba de la misma manera; eso no es vivir...".

Caminó hacia el comedor, desde donde notó que había ruido proveniente de la cocina. Al llegar, vio a JinKi sentado junto al mesón, revolviendo con sus platillos un plato con comida. El Sr. Park le acompañaba, con una taza de té en las manos mientras miraba a JinKi con un dejo de interés y lástima.

- Hyung...

- Sr. Park, déjenos a solas por favor – respondió JinKi al llamado de TaeMin sin siquiera mirarlo cuando sintió al castaño tras él.

El mayor tomó su taza y se fue, dándoles privacidad. Temeroso, TaeMin rodeó el mesón, buscando el rostro de JinKi para poder hablar de frente, como dos personas adultas, pero JinKi insistía en tener sus ojos sobre el plato.

- ¿Hace cuánto tiempo que nos conocemos? – dijo de pronto, su voz era profunda, suave pero dura al mismo tiempo - ¿Diez, doce años...?

- Hyung...

- Todo ese tiempo – continuó interrumpiendo a TaeMin - ...y no fuiste capaz de decirme la verdad. Todos esos años y no pudiste decirme que MinHo y KaRye eran primos

- Por favor, deja que te explique...

- Lo habría esperado de MinHo y de KaRye, ellos están igual de enfermos de la cabeza – le recriminó JinKi, mirándolo al fin - ...pero tú, ¡Tú! ¿Por qué? ¡¿Por qué me mentiste?!

- ¡POR QUE ESTABA ENAMORADO! ¡Estaba enamorado! ¡Yo...! – sollozó TaeMin – Amaba a MinHo y por ese amor le juré que jamás le diría a nadie de ese lazo con KaRye... yo, yo estaba enamorado

- ¿Qué más me estás ocultando?

Con aquella pregunta, algo dentro de TaeMin se remeció fuertemente. Casi de manera inconsciente, retrocedió unos cuantos pasos, su espalda chocando con el refrigerador. De pie, vio la forma en que JinKi le miraba y eso le dolió incluso aún más. Estaba siendo juzgado por quien nunca antes, le había juzgado. Por quien nunca le había cuestionado nada sino acompañado todo este tiempo, más que como un amigo, sino como un hermano.

- No... - negó llorando con miedo – No me preguntes eso

- Dime, ¿Qué más? – insistió poniéndose de pie para caminar hacia TaeMin - ¿Qué otra cosa no me estás diciendo?

TaeMin negaba con su cabeza, sus lágrimas cayendo por sus mejillas al verse acorralado.

- Sé que tienes un secreto TaeMin, lo huelo, lo presiento cada vez que te veo junto a ella – continuó presionándole - ¿Acaso crees que no lo he pensado? Ella pagando tu ida a Japón, ella encontrándote trabajo allá, ocultando lo que pasó con el hijo de MinHo que abortaste, luego todas las cosas que hace por ti y MinGuk...

- Hyung, por favor, no me preguntes, no me preguntes...

- Dime TaeMin, ¿Qué es...?

[ Brisas de Primavera ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora