CAPÍTULO XXIII: Agradecimientos

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- No me dijiste que habrían policías...

TaeMin se volteó, viendo el perfil de KaRye mientras ella manejaba, con MinGuk y JinKi sentados en la parte de atrás. Después del desayuno, habían acordado salir todos juntos a hacer algunas compras al supermercado y luego al mercado de verduras. MinGuk estaba entusiasmado con elegir un lindo ramillete de flores, así como chocolates para la Sra. Jung y un regalo para su hyung.

El niño le había convencido en que quizás, este denominado amigo suyo, el mismo al que le había prohibido todo tipo de contacto por la diferencia de edad que el niño dejó entre ver luego de haberlo conocido, no era tan malo. No, si había sido este mismo hyung, quien le había socorrido la noche que JongIn le había violentado. MinGuk tenía razón, era apropiado ir a agradecer.

- Es solo hasta que vayamos a interponer la denuncia; mientras no sepamos nada de JongIn, creo que no es exagerado algo de seguridad – le respondió la mujer - ¿Ha tratado de comunicarse contigo?

- No lo ha hecho

- ¿Seguro...?

- Lo preguntas como si JongIn fuera un delincuente...

- Si el juez lo haya culpable y le da una sentencia, entonces lo será

El castaño suspiró. Costaba habituarse a lo que había pasado, le costaba asumir lo abrupto de su quiebre con JongIn y el cómo había sucedido. Sí, no quería verlo más ni que se le acercase a él o a su hijo, pero era difícil asumir el tipo de persona en el que JongIn se había convertido y más si tenía la presión policial de KaRye y JinKi que se lo recordaban cada vez que podían hacerlo.

- Debes cambiar tu número de teléfono del departamento, así como la chapa de acceso y comprarte un nuevo celular...

- ¿Lo dices en serio?

- ¿Me ves bromeando? – ironizó ella volteándose rápidamente a mirarle – TaeMin, es de esta forma en que las cosas se hacen...

- Está bien – suspiró con un dejo de molestia – Solo quiero volver a mi vida normal, tengo que seguir trabajando y cuidando de MinGuk

- ¡Yo estoy muy bien!

El castaño río, girándose de su asiento para ver al pequeño.

- Lo sé amor, solo quería decir que debes volver a clases

- ¡Noooo!

- Tengo que matricularlo en un colegio nuevo – dijo TaeMin, dirigiendo su conversación a KaRye otra vez, ignorando las divertidas quejas de su hijo – Hay uno que le permiten el ingreso sin importar que el año escolar ya haya comenzado

- No lo sé TaeMin, creo, que JongIn podría tratar de tener algún contacto con él

- Quiero que mi hijo siga con su vida normal, sin importar lo que me haya pasado; no quiero que sienta que algo malo sucede – murmuró para evitar que el pequeño le oyese – Yo volveré al trabajo, él irá al colegio nuevo y solo así podré asegurarme que esto no sea un tipo de trauma para él...

- Odio negar que tienes razón, más si habrá un proceso legal de por medio – coincidió KaRye.

- Solo quiero que esta pesadilla termine pronto...

- Lo hará, nosotros estaremos a tu lado

El auto se detuvo en el aparcamiento del supermercado y pronto todos estaban descendiendo. TaeMin caminaba con MinGuk de la mano, quien daba saltitos mientras parloteaba demasiado feliz y tanto JinKi como KaRye iban por delante. Entraron a la tienda y comenzaron a recorrer pasillo por pasillo, comprando algunos abarrotes que hacían falta, así como unas pocas golosinas seleccionadas para MinGuk. Las pocas que no fueron quitadas del carrito.

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