CAPÍTULO XXXII: Evidencias

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Cuando vio aquel rostro en el video, la mente de KaRye se cerró en ese objetivo. No podía dar crédito a lo que había visto, era, simplemente imposible. Sin despedirse de nadie, se marchó del laboratorio, sin importarle quien le viese e ignorando los llamados de JinKi que ibas tras ella.

- ¡Capitana Kim! – le gritó JinKi tratando de alcanzarla - ¡Capitana!

Pero no había caso. JinKi no la culpaba, él mismo estaba tan sorprendido como enojado por lo que habían visto en el video. Trataba de entender, trataba de buscar algún sentido, pero en ese breve lapso entre que el video terminó y él salió persiguiendo a KaRye, no había tiempo para sacar ninguna conclusión, solo tenía que alcanzarla e impedir que cometiese alguna locura.

Por los pasillos de la comisaría le persiguió, llamando a su nombre, hasta que casi al llegar al exterior, la tomó del brazo y le detuvo, volteándola para enfrentarla.

- ¿Qué haces? ¡Suéltame! – se defendió tratando de soltarle.

- ¡Cálmate mujer! ¡¿Que no ves que estás llamando la atención?!

- ¡¿Qué estás haciendo?! ¡Hay que ir! ¡Tengo que ir a buscar a ese desgraciado!

- ¡Cállate! – insistió JinKi remeciéndola por los hombros ante la mirada de los oficiales que pasaban por ahí – Este no es el lugar para que hagas un escándalo – le dijo en murmullos duros para evitar que alguien más les oyese – ¡Mantén la compostura maldita sea, piensa y no pierdas la calma!

- ¡¿Me pides que mantenga la calma?! ¡¿Acaso no estabas viendo el video?! – le contestó KaRye de la misma forma, a centímetros de su cara - ¡Tenemos que ir por ese traidor! ¡Estamos perdiendo tiempo! ¡Podría tener a MinGuk con él!

Perdiendo la paciencia, JinKi la tomó del brazo y se la llevó consigo. Ignorando sus reclamos, la guió por el interior del edificio hasta un pasillo, metiéndose ambos en uno de los baños de visitas. Adentro la dejó y cerró la puerta con llave, asegurándose luego de que estaban solos.

- ¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?! ¡Tenemos que irnos! – le reclamó KaRye, queriendo ir hacia la puerta para salir.

- ¡CÁLMATE!

- ¡NO ME PIDAS QUE ME CALME! ¡NO CUANDO ESTAMOS ASÍ DE CERCA, DE ENCONTRAR A MINGUK! – se defendió, empujando a JinKi para que se apartase de la puerta, sin lograrlo - ¡JINKI, QUÍTATE Y DÉJAME SALIR!

- ¡Cálmate mujer!

JinKi la tomó por los hombros e invirtió sus lugares, para empujarla contra la puerta. El golpe que KaRye se dio en la cabeza no se lo esperaba, pero al menos eso la detuvo y le hizo prestarle atención tal como quería.

- ¡Piensa y no seas estúpida! – le gritó - ¡¿Cómo se te ocurre hacer un escándalo aquí?! ¡¿Qué quieres que piensen de ti, eh?!

- ¡No me importa!

- ¡Debería importarte, eres la capitana de un Departamento de Policía! ¡Actúa como tal!

- ¡Ese tipo tiene a MinGuk! – se defendió ella.

- ¡No lo sabemos!

- ¡TÚ LO VISTE EN EL VIDEO! ¡ESTABA AHÍ!

- ¡Estaba ahí pero eso no prueba nada! ¡NADA! – recalcó JinKi - ¡Pudo ser coincidencia! ¡Solo le dio un helado a MinGuk! ¡No sabemos si fue él quien se lo llevó! ¡No tenemos pruebas!

[ Brisas de Primavera ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora