CAPÍTULO LIII: Brisas de Primavera

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"Te amo"

Lentamente, abrió los ojos, notando que ya era de noche. Los rayos de luna se colaban por entre las cortinas de la habitación, el ruido de la vida nocturna allá abajo resonaba incluso a través de las ventanas. TaeMin se giró, recostándose en su espalda mientras cubría su rostro con el antebrazo.

Quería volver a dormir. Quería cerrar los ojos y volver a soñar con MinHo. Desde que habían regresado a casa ese día por la tarde y luego de un refrigerio liviano, TaeMin se fue a dormir y soñó con él; era un sueño sencillo, muy simple, solo estaban ambos, uno frente al otro mientras se miraban por largo rato, sonriéndose, diciéndose cosas mentalmente hasta que MinHo le dijo "Te Amo" y entonces, TaeMin despertó.

Un peso a su lado se removió y una manito cayó sobre su torso. TaeMin giró el rostro y vio la cara de su hijo mientras dormía.

Su pequeño no lo estaba pasando bien desde el regreso a casa y todo auguraba de que, con los días venideros, aquello sería cada vez peor. Después de que se subieron al auto con MinGuk con ellos, el Sr. Park les había llevado al hospital para constatar lesiones en el niño. Estaba bien, solo con estrés post traumático que comenzó a manifestarse aquella tarde cuando volvieron al departamento. Los doctores habían recomendado que el niño se quedase en el hospital para observación, pero TaeMin se había negado rotundamente a permanecer en un lugar lleno de gente y que le hiciese sentir desprotegido.

MinGuk había sido medicado con una intravenosa y, a las horas después pudieron llevarlo de regreso a casa. Pero entonces, algo en el lugar había provocado una mala reacción en el niño. Quizás había sido el espacio reducido o confinado de la habitación, tal vez los recuerdos del día de su rapto, pero MinGuk, aún con los efectos de los medicamentos, se había puesto a llorar y hacer un escándalo de lágrimas y gritos que TaeMin jamás había visto en él, ni siquiera cuando era un bebé de unos pocos meses. Entre el Sr. Park, TaeMin y JinKi, le tuvieron que consolar, limpiar su vómito y cambiar de sábanas las veces que el niño se orinó en la cama del miedo.

JongHyun y KiBum les habían esperado en el hospital en donde habían atendido al niño. Ya con la noticia en los medios sobre la muerte de KaRye, solo sería cuestión de tiempo hasta que se informara sobre el secuestro de MinGuk, su rescate y que, además, se asociase a la matanza que MinHo había provocado en Itaewon.

TaeMin apretó los ojos, no quería pensar en ese escándalo mediático, no quería periodistas rondando en el edificio, siguiendo a sus cercanos por alguna declaración o molestando la vida de su pequeño niño. Tan solo imaginarlo, le revolvía el estómago. Él tan solo quería vivir en paz, merecía vivir tranquilo después de todas las cosas que habían tenido que enfrentar como familia.

"Ella merece un funeral tranquilo" le dijo a JongHyun cuando éste sugirió que informaran sobre el secuestro de MinGuk y cómo la muerte de KaRye se relacionaba directamente con aquello. TaeMin sabía que no podían decir nada relacionado a MinHo y de lo que él había hecho en Itaewon, así como el rescate de MinGuk, sería un hecho que solo ellos conocerían. Pero, incluso si aquello sucedía, no iban a poder ocultar todos los sucesos a los medios de comunicación y, tarde o temprano, esas cosas se sabrían.

La manito sobre su torso empuñó su polera, haciendo que TaeMin se girase para ver cómo su hijo apretaba los ojos mientras lloraba dormido. Lentamente, acercó su mano para acariciar la mejilla del niño, quién rápidamente suavizó las facciones de su rostro, volviendo a dormir.

Finalmente, después de días de tanta tortura, TaeMin tenía a MinGuk a su lado, sano y salvo, pero ¿Por qué entonces se sentía tan vacío? Su espíritu estaba al fin en calma, sabiendo que su hijo estaba con él otra vez, pero su corazón dolía y lloraba por la ausencia de MinHo, ¿Acaso todo estaba predicho para acabar de esta manera?

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