[ Brisas de Primavera ]

Capítulo VIII: Verdades incómodas

Sangre

Gritos

Súplicas

Llanto

Un grito ensordecedor le provocó un pitido en el oído que la empujó violentamente, remeciendo su cuerpo. Sin poder controlarlo, sus cuerdas vocales se agitaron como si hubieran permanecido adormiladas por una eternidad y el grito que salió de su garganta, fue más como un pito y cuando logró reaccionar, se halló sentada en el sofá con una manta cubriendo sus piernas mientras su respiración agitaba su pecho.

Casi por acto reflejo, miró hacia un lado y al otro, estaba en su departamento; la luz del sol de la mañana, o más bien del mediodía, llenaba el lugar con claridad, ¿Qué había pasado? Oh, claro, ahora las ideas parecían reordenarse y su mente despertar de ese escalofriante sueño de anoche; sangre, gritos suplicantes, palabras de socorro y lágrimas que no sabía de quién provenían. Había tratado de ayudar a esa persona sufriente pero, no podía moverse, su cuerpo estaba en un estado vegetativo en que solo sus ojos viendo sombras y sentido auditivo parecían funcionar.

De pronto un dolor estomacal le hicieron ponerse en alerta pero, sin poder controlarlo, los fluidos gástricos quemaron su garganta, desparramando todo en el suelo cerca del ventanal. Se sentía enferma y no entendía por qué, su cabeza dolía y los músculos le pesaban, no tenía fuerza en las piernas y lo único que deseaba era dormir y no despertar más.

- Es el efecto secundario del Nimbex...

KaRye levantó el rostro a la voz con matices que le hablaba. El Sr. Park estaba de pie al otro lado de la sala, cerca de la puerta del departamento; vestía traje sin chaqueta ni corbata y secaba sus manos en una toalla que arrojó sin cuidado a la mesa de arrimo.

Trató de hablar, pero no pudo, de ponerse de pie, pero le fue imposible, su cuerpo no quería responderle. Vio al hombre ir hacia ella y tomarla de un brazo sin cuidado alguno para llevarla arrastrando.

- Por si se lo está preguntando, el compuesto principal del Nimbex es el cisatracurium – le fue hablando al mismo tiempo que la arrastraba sin dificultad hasta que la mujer supo que estaban yendo al baño – es una droga, actúa a nivel neuromuscular, es por eso que trata de moverse pero no le es posible...

'¡¿Estoy drogada?!'

- Verá, Srta. Kim, cuando trabajaba en el hospital psiquiátrico, muchos pacientes trataban de suicidarse de muchas formas y cuando lo hacían con medicamentos, uno de los muchos efectos secundarios es la dificultad respiratoria – continúo tomándola en brazos para sentarla en la tina y apoyar su cabeza al borde de ésta – teníamos que inyectar Nimbex para poder entubarlos y así ayudarles a respirar...

El Sr. Park se inclinó y abrió la llave, guiando el agua hacia el dispositivo en el techo; el agua cayendo fría sobre el cuerpo de la capitana quien solo pudo abrir sus ojos. Podía sentir el agua fría pero no escapar de ella. No fue consciente de cuánto tiempo pasó pero, podía adivinar que tenía los labios azules.

El agua comenzó a aumentar de nivel debido al tapón que había colocado el hombre en la tina, acumulándose y siéndole imposible de escapar de esa prisión de hielo líquido a la que la estaba sometiendo.

- Pero otro de los muchos usos de esa droga es éste; sé que está sintiendo el frío del agua pero no puede moverse, ¿Le cuento un secreto? – le susurró cerrando la llave cuando el nivel del agua estaba a punto de sobrepasar el borde de la tina – El Sr. Choi me inyectó el 'Suero de la Verdad' y, podrá suponer que me hizo cantar como un loro...