CAPÍTULO XXXIV: Errores

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'Que es lo que, ¿Yo, he hecho...? La pregunta aquí es JongIn, ¿Qué es lo que TU, has hecho?' Lo que el Sr. Kim, de quien todavía desconocía su nombre, le había dicho, se repetía una y otra vez en su cabeza como una cinta sin fin. Ir a enfrentarlo había sido en vano, porque había terminado golpeado, lleno de sangre, mal herido y caminando de regreso al hotel en donde se estaba hospedando en medio de la noche.

Lo que le habían dicho, es decir, lo que no le fue dicho pero que fue bastante obvio, le bastó a JongIn para sentirse el peor tipo de persona que caminaba sobre la faz de la tierra. Paso a paso, lágrima a lágrima, caminó por la oscuridad del cielo nocturno, ignorando a las personas que le esquivaban mirándole de mala forma por su aspecto.

Horas después, cuando llegó al hotel esquivando a los empleados del lugar y al recepcionista de turno, subió a su habitación. Al llegar y encender la luz, notó que no estaba solo. Sorprendido, miró al hombre que estaba de pie junto a la ventana, quien se volteó a mirarle.

- ¿Qué haces aquí? – le dijo de malas ganas, abriendo el frigo bar para sacar una botellita de vodka, la que bebió de un trago - ¿No les bastó con hacerme esto?

- JongIn, no creo que estés en posición de decir tales cosas ni exigir nada

- ¡¿Que no lo estoy?! ¡Ustedes me engañaron maldita sea!

JongIn lanzó la botella lejos, la que chocó con la pared, quebrándose en cientos de pedazos que cayeron al suelo.

- ¡Me hicieron firmar un contrato! ¡Me prometieron que se desharía de MinHo! ¡Y a cambio, ¿Qué obtuve?! ¡NADA! – le gritó desesperado - ¡USTEDES SECUESTRARON A MINGUK! ¡¿CÓMO FUERON CAPACES DE HACER ALGO COMO ESO?!

- A ver, cálmate un poco... – le dijo Jay.

- ¡NO ME PIDAS QUE ME CALME! ¡¿CÓMO QUIERES QUE LO HAGA?!

- Déjame recordarte algo JongIn, fuiste tú quién dijo que no tenía interés en el niño, de hecho, mencionaste más de una vez que era una molestia para ti – se defendió Jay – Tú querías que nos hiciéramos cargo de esa molestia, y lo hicimos. Querías que quitáramos de en medio a MinHo y bueno, eso estamos haciendo...

- ¡¿QUÉ PARTE DE "VI A MINHO BESANDO A MI NOVIO" NO HAN ENTENDIDO?!

- Bueno, no vas a esperar que todo pase de la noche a la mañana, ¿O sí?

Jay le miró con decisión, dándole a entender que él, no iba a ser quien tuviese que pedir disculpas por el mal entendido.

- Además, no es culpa nuestra que tú no leyeras lo que estabas firmando. Pensé que eras más inteligente...

- ¡AH, POR FAVOR!

JongIn se apartó, quitándose la chaqueta y la camisa llenas de sangre, lanzándolas al suelo mientras buscaba ropa más cómoda para ponerse.

- ¡Mira cómo me dejaron esos tipos! ¡Mírame!

Jay le miró, masajeando el puente de su nariz.

- No lo puedo creer, sinceramente... - exclamó JongIn sentándose en el borde de la cama, limpiando su cara con la camisa que se había quitado – Me tendieron una trampa, me hicieron parte del secuestro de MinGuk, ¿Por qué, eh? ¡Dime!

- Ley del Talión JongIn...

- ¿Qué?

- Ojo por ojo, diente por diente, ¿Te suena? – insistió Jay – Querías que condonáramos tu deuda y lo hicimos, ahora no lloriquees por algo en lo que tú estuviste de acuerdo...

[ Brisas de Primavera ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora