[ Brisas de Primavera ]

CAPÍTULO XXI: Vendetta

De todas las personas que estaban ahí, nadie habló innecesariamente, ninguno de los que estaba ahí sobraba. Era la primera vez, en muchos años, que todos coincidían bajo el mismo techo y, tristemente, el motivo que los había convocado, no era el que hubieran deseado para su reunión.

Cuando KaRye llegó al departamento luego de recibir una llamada telefónica por parte de la Sra. Jung, quien tenía su número como contacto de emergencia para contarle todo, lo primero que hizo fue ponerse de acuerdo con JinKi en que MinHo bajo ningún motivo se podía enterar de lo que había sucedido. Para mala suerte suya, este vecino que había ido a auxiliar a TaeMin, no era nadie más que su "fallecido" primo.

El encuentro entre ambos no fue para nada agradable, una discusión se inició y si no fuera por el Sr. Park y JinKi, quizás estarían lamentando otra escena más de violencia frente a MinGuk.

Del incidente habían pasado unas cuantas horas, MinGuk dormía en el departamento de la Sra. Jung, quien creyó que era mejor sacar al niño de aquel ambiente al que había sido sometido. Ninguno de los otros adultos se opuso. KaRye había telefoneado al doctor Kim, quien por la amistad que mantenían, fue a atender a TaeMin.

'Tiene una contusión en el hueso cigomático, marcas de ahorcamiento en el cuello, un hematoma en su brazo y un golpe en la parte posterior de su cabeza. El corte en su mejilla no requerirá sutura; con analgésicos y descanso, estará bien en unos pocos días' les había dicho KiBum, dándoles a entender que no era primera vez que TaeMin era violentado al haberles mencionado golpes que estaban sanando y que databan de días atrás.

TaeMin descansaba en su habitación en compañía del Sr. Park, quien era el único de aparente neutralidad entre los otros; el castaño no despertaría por lo menos hasta finales del día que ya comenzaba, gracias a los medicamentos que le habían sido suministrados, así que no sería problema que un hombre extraño y armado le cuidase.

En la sala en cambio, JinKi, KaRye y MinHo, se miraban no de forma muy agradable. A esas alturas, JinKi ya había confesado que sabía que MinHo era vecino de TaeMin, lo que KaRye no tomó de buena manera al reclamarle el por qué no le había dicho. Por su parte MinHo, no iba a flexibilizar su postura de permanecer ahí hasta que TaeMin despertase, después de todo, él y el Sr. Park habían sido quienes le auxiliaron en primer lugar, por lo que tenía ganado su derecho de estar ahí. En cambio KaRye, solo pensaba en cómo había sido tan estúpida de no darse cuenta que todo lo que alguna vez creyó era un buen plan, se estaba desmoronando poco a poco; de seguro TaeMin preguntaría por MinHo, pediría explicaciones de por qué estaba vivo, probablemente se iba a desquitar con ella y terminaría por acabar esa amistad de años.

- No puedo creer que hayas confabulado en mi contra para ayudarlo a él, no me esperaba esto de ti JinKi...

- Oye, entiende, saca ya la cabeza de tu culo, no todo gira a tu alrededor – intervino MinHo – que tu plan de mantenerme "muerto" haya fracasado, solo prueba lo estúpida que eres...

- ¡Quieres, ¿Dejar de ser tan imbécil?!

- ¡Ya paren, los dos! – exclamó JinKi – no estamos aquí para pelear entre nosotros; esto no se trata de ti – dijo mirando a KaRye – o de ti MinHo, esto es acerca de TaeMin

Ambos aludidos guardaron silencio.

- ¡Todos fracasamos! – prosiguió el mayor – Desde la muerte de MinHo, nos prometimos cuidar de TaeMin, de protegerlo a él y a su hijo, y mírenlo ahora – añadió apuntando hacia el pasillo que daba a la habitación del castaño - ¡Está allá, durmiendo lleno de analgésicos porque su pareja, la persona a la que confiamos su vida, lo violentó! ¡¿Qué no ven que hemos hecho todo mal?!