18 [¿Soy Una De Las Nuevas Jefas?]

903 64 18
                                    

Abro la puerta de espacio y me asustó en cuanto siento la mano de alguien en mi hombro.

-¡AH! -Grito asustada.

-Zaida...¿Que haces aquí?. Te dije que me esperases afuera. -Me toma de la mano y me dirige hacia su habitación.

Me regaló un despertador, porque ella dice que Zayd se la pasa quejándose de que siempre llego tarde al trabajo.

Regresamos a la casa y me fui directo a dormir.

Mañana siguiente.

-Tin, Tin, Tin. -Dice el despertador.

Lo apago y me levanto aun teniendo sueño, pero ya no le daré más motivos al señor Zayd para que hable mentiras de mi.

Luego de ducharme, reze Salat'ul Fajr y me prepare un desayuno espectacular.

Y cuando digo espectacular es todo un desastre.

Tome asiento en el jardín, junto con un buen libro y sin olvidar el café.

Mientras que leía se acercó mama Sana y tomo asiento. Deje mi libro y aprecie su panza.

-¿Cómo está?.

-Allahamdulillah. No pude dormir bien -Hace una mueca. -¿Y tu?.

-Allahamdulillah. ¿Y eso?.

-La bebe da muchas patadas.

-¡Que mal portada!. -Digo bromeando.

Ríe -Pues si, sabes cuando eras pequeña...eras muy calladita y pensábamos que eras muda. -Ríe.

-¿Y eso?.

-Todo lo demostrabas con señas y un día señalaste algo indebido. -Ríe avergonzada.

-Que pena. -Me tapo los ojos. -Bueno me tengo que ir...Se me hace tarde. -Me levanto y le doy un beso.

Acto seguido, tome mis cosas y me fui a la empresa.

-Buenos días.

-¡Que maravilla!...Por fin llegas temprano. -Dice con un tono sarcástico.

-¡Oh por favor!...Tengo excusa de porque llegaba tarde. -Enchino los ojos y me cruzó de brazos dispuesta a enfrentarlo.

-¿Y porque la princesita llegaba tarde?. -Dice con un tono cuidadoso y al mismo tiempo sarcástico.

-Por dormir a altas horas de la noche. Ya que tengo mucho trabajo. -Lo miro seria y regreso a mi escritorio.

Entra Diego uno de los nuevos manager's y sonríe al cruzar mirada conmigo.

-Hola. -Hace un gesto -Zaida. -Pronuncia mi nombre con timidez.

-Hola Diego. -Digo extrañada por su comportamiento.

Tomo algunas carpetas y salgo de la cabina.

-Hola Mariam.

-Hola, ven vamos a almorzar.

-Vale.

Almorzamos algo casual y conversábamos de cosas sin sentido, hacíamos chistes sobre Zayd y nos divertíamos.

Me entra una llamada y pido disculpas y luego salgo del café.

-Dígame.

-¡Zaida!...¡Zaida! -Se escucha hacia lo lejos.

Segundo PlatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora