33 [Te casas pero conmigo]

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-¿Estas loco?...no puedo. -Niega varias veces con la cabeza.

-¡Zaida no seas bruta!. -Insisto moviendo la mano nuevamente.

-No puedo. -Agacha la cabeza y mira a Layla.

-¡Ve!. -Layla le da un empujón y le guiña el ojo. -No tengo tiempo para hacerte convencer, hazlo por mi.

-Layla, como me puedes pedir eso. -Dice con un tono poco creíble.

-¡Haz caso!. -Layla hace que Zaida me de la mano y yo la agarro fuerte para luego comenzar a bajar las escaleras.

-Con cuidado. -Miro hacia abajo.

Logro bajar y le extiendo la mano para que no se estropee.

-¡Ay!. -Se enreda con el vestido y logro sujetarla.

Me pierdo en sus ojos, en la forma que mira, como sonríe, como camina, como afronta los problemas. Esta llena de defectos que ella inventa, pero en realidad está llena de perfecciones que no ve.

-Sss... -Alguien llama mi atención, miro hacia arriba y bajo a Zaida. -Tortolitos, recuerden que no tienen tiempo..rápido. -Hace un gesto con la mano y me comienzo a frustrar.

-Vamos. -Tomo su mano y me aseguro que no allá nadie en la zona. -Rápido, corre, corre.

Le abro la puerta del auto y esta se detiene.

-No te detengas, no tenemos tiempo para pensar. -Hago que entre y tome asiento.

-¡Suerte hermano!. -Hace un gesto.

-Gracias por la ayuda. -Sonrío y entro al auto.

Narra Layla.

Apresuro a los tortolitos y me aseguro de que se fueran, acto seguido, cierro la ventana y me estropeó con algo haciendo que esto caiga.

Se abre la puerta de un tiro y mama Naime entra con demasiada prisa, haciendo que esta prisa la deje en el suelo por el objeto que se me cayo.

-¡Maldición!.

-¿Esta bien?. -Intento resistir la gracia del momento y ella me fulmina con la mirada.

-Claro que no. -Hace una mueca graciosa y le extiendo la mano para que se levante. -¡Tonta!, no te puedes fijar cuando caminas. Lo que acabas de causar. -Dice sobando su trasero

-Uff disculpe. -Ruedo los ojos. -Cómo si a usted nunca se le hubiera caído algo. -Susurro para mi misma.

-¿Y Zaida?.

-La salve de esta pesadilla, se fue.

-¿¡QUE!?. -Dice sorprendida.

Entra Farah y tía Sana.

-¿Qué pasó?. -Dice Farah.

-Sana tu hija se escapó. -Dice tía Naime ahogada por su saliva

-¿Se escapó?. -Tía Sana mira hacia mi, esperando que asienta y le confirme lo dicho por tía Naime.

-Tía Sana. -Me acerco a ella y me hace un gesto de no avances.

-¡Ay!. -Alcanzo a sujetarla y tía Naime se levanta preocupada.

-Lo que faltaba, que se desmaye, acuéstala ven. -Me indica.

-¿Farah por primera vez en tu vida puedes hacer algo y ayudarme?

-Aghh, ya voy.

La colocamos en la cama y le echo un poco de agua en el rostro.

-No reacciona. -Le vuelvo a salpicar un poco de agua, abre los ojos. -Allahamdulillah.

Segundo PlatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora