56 [Miradas]

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Regresamos a la casa y nos avisan que la cena ya esta lista.

Subo a mi cuarto para dejar mi bolso y encuentro una nota en mi cama.

No intentes buscarnos, nunca sabrás quienes somos, ten mucho cuidado hacia donde vas y para que vas.

Anónimo.

—Zaida vamos a… —Se abre la puerta y me quedo impactada dejando caer la nota. —¿Qué es eso Zaida? —Dice Layla adentrándose aun mas.

Una lágrima amenaza por salir pero me la seco rápidamente y me agacho para recogerla.

—No es nada —Envuelvo la hoja. —Basura —Lo tiro en la canasta y le dedico una sonrisa fingida.

Pues de eso se trata la vida: fingir o aveces actuar con la cabeza y no con el corazón.

—De acuerdo vamos a cenar —Dice con un tono poco creíble. —Si necesitas decirme algo, sabes que aquí para todo, ¿verdad?

—Si lo se cielo, si te tengo que decir algo. Te lo diré sin rodeos y con cada detalle.

—Espero que así sea.

—Así será…por cierto mañana vamos a salir los 4 a un picnic.

—Estoy invitada, ¿verdad? —Interrumpe Sara.

—Claro que no cielo —Digo con un tono pasivo.

—¿Cómo que no? —Frunce el ceño.

—Así como lo escuchas cariño o acaso tienes cera en el oído que no te permite escuchar.

—Ay Zaida pero que dices, una “mujer” como esta, si así se le puede decir. Debe tener la boca y los oídos podridos, la boca por tanta mierda que sale de ella y oídos por tanta cera acumulada —Dice Layla uniéndose a la conversación.

—¿Qué pasa chicas? —Se acerca Zayd hacia nosotras y Sara se va rodando los ojos.

—Nada mi corazón. Solo nos divertíamos con nuestro nuevo juguete.

—Zaida no pienses que siempre te daré la razón y siempre te permitiré jugar con Sara, ella también tiene un corazón, también tiene sentimientos y no deberías expresarte de esa forma. Si ella no te respeta, tu no seas como ella y respétala.

—Jazakillah Khairan por corregirme.

—Siempre a tu disposición mi amor —Sonríe.

Tomamos asiento en la mesa y comenzamos a cenar.

Mas tarde.

Entro a la cocina con una cesta en la mano encontrándome con la encargada de la cocina, es una jovencita por su rostro parece de unos 17 o 19.

—¿En qué puedo ayudar mi señora? —Dice con la cabeza agachada.

—No me digas señora, me haces sentir vieja. Dime Zaida —Le dedico una sonrisa.

—Como usted desee Zaida.

—Mañana Zayd, Layla, Amir y yo vamos a salir a hacer picnic.

—Comprendo.

—Necesito bananas, jalea, pan, chocolate derretido, jugos naturales y otras cosas mas que compraremos mañana. Solo vine a dejar la cesta y a avisarte para que estés lista a las 8:00.

—Esta bien, estaré lista —Sonrío y dejo la cesta en la isla para luego regresar a mi cuarto.

Entro a mi habitación y tomo mi celular.

Segundo PlatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora