64 [No quería que te golpeará]

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—Amin.

—Zaida voy a buscar una cosa en mi auto —Llega Rachid posando su mano en mi espalda de la cual me muevo incómoda.

—Padre y madres, el es Rachid..es como mi hermano.

—Assalamualeikum un gusto.

—El es mi padre —Realizan un apretón de manos. —Ella es mi madre Sana la que me crió, ella es mi madre Aliyeh, ella es Safiyeh, Ella es Farah de la cual nací y ella es Farah mi hermana.

—Un gusto —Dice Farah.

—Igual, voy a buscar algo y regreso —Me sonríe y se va.

—Voy a hablar con Layla.

—De acuerdo anda.

Me acerco hacia ellos ignorando a Zayd y Sara.

—¿Podemos hablar? —Le hago un gesto disimulado a Layla.

—Si vamos —Se levanta. —Ya regreso ni amor —La tomo del brazo y le ayudo a bajar.

Nos alejamos de todos y bebo un poco de agua.

—Mañana es el día, ¿trajiste todo?

—Aquí está la llave del auto en que vine, es una Santa fe blanca, esta en una bolsa negra en el maletero le dije a Amir que era una bolsa para el hospital.

—De acuerdo. Jazakillah Khairan por todo —Le doy un abrazo y me seco una lágrima desprevenida.

Ella se regresa y yo bajo a los estacionamientos para luego buscar el auto que me dijo Layla y abrir su maletero encontrando la bolsa, la abro y esta desprende un olor terrible. La cierro de inmediato.

Cierro el maletero y me aseguro que se haya cerrado bien para luego abrir el maletero del auto de Rachid y meter la bolsa en esta, cierro el maletero y regreso al salón.

Me acerco a Layla regresándole la llave disimuladamente para luego regresar a mi mesa.

—Estoy tan emocionada para que sea mañana y yo pueda demostrarle a Zayd la verdad.

—Que todo salga bien In Shaa Allâh.

—Amin que así sea.

Seguimos platicando y luego de un rato nos sirven la comida.

Comenzamos a cenar y luego de haber terminado y quedar satisfechos decidimos irnos a casa.

—Me voy a despedir de Layla y Amir y regreso.

—Bueno yo también vengo —Nos levantamos de la mesa y damos algunos pasos hasta llegar a ellos.

—Ya me voy prima cuídate mucho y nuevamente felicidades.

—Jazakillah Khairan prima cuídate tu también.

—Felicidades hermano —Dice Rachid haciendo un saludo de amigos y me hace un gesto para irnos.

Me despido rápidamente de mis padres y nos vamos.

Siguiente día.

—Buenos días —Se abre la puerta del cuarto y encuentro a Rachid parado.

—Assalamualeikum. 

—Waleikumsalam, solo vine para avisarte que voy a salir a trabajar y regreso en la noche.

—De acuerdo. Acuérdate que en la tarde voy a salir a realizar mi misión.

—Allâh este contigo.

—Amin y contigo.

Este cierra la puerta y me levanto arreglando la cama de paso tomo mi celular y llamo a Layla encendiendo el altavoz. Arreglo el reguero de ayer y Layla contesta.

Segundo PlatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora