45 [Intentado Seducir]

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—Te ayudaré.

—Jazakillah Khairan —Digo emocionada y contenta.

—Espera me están llamando —Se aleja un poco y contesta la llamada.

Luego de unos cuantos minutos regresa.

—Buenas Zaida un gusto hablar contigo —Hacemos un apretón de manos. —Mira me necesita. In Shaa Allah nos vemos en otra ocasión.

—In Shaa Allah —Sonríe y se va.

Mientras yo permanezco un rato mas viendo a los niños jugar, a los perros disfrutar, a las madres conversar entre ellas y sonreír al ver a sus hijos.

[Ojala y mi infancia también fuera así]

Me levanto dispuesta a ir a la casa de mis padres y afrontar las consecuencias.

Casa de sus padres.

Estaciono el auto y me quedo viendo fijamente la entrada.

No estoy segura de entrar, tengo miedo, no quiero volver a ser lastimada. Esta vez ni si quiera esta Zayd para regresarme a casa.

[No puedo] —Arranco el auto hacia la empresa.

El tráfico lo puede todo, te puede hacer frenar imprevistamente, te puede dar un ataque de rabia, te puede atrasar, te puede dejar como una lenta.

El que me sigue comienza a pitar y me entra una rabia incontrolable.

—¡QUE TU NO VES QUE SI EL QUE ESTA ADELANTE MIO NO SIGUE YO TAMPOCO PUEDO! ¡COMPRATE UNOS LENTES! —Descargo mi rabia en el tipo y me siento un poco más aliviada.

Luego de 1 hora y media consigo salir del tráfico y llegar a la empresa.

—Assalamualeikum Mariam ¿Cómo estás?

—Waleikumsalam Zaida, Allahamdulillah trabajando duro y tu.

—Allahamdulillah.

Entro a la cabina y encuentro a Farah intentado seducir a Zayd.

—¡FARAH! —Me adentro a la cabina y la toma por el cabello.  —¡Aquí tu no tienes nada que hacer! —La saco de la cabina e intento guardar la calma.

—¡El es mío, tú me lo robaste! —Dice entre dientes.

—Zaida, Zaida no te bajes a su nivel —Zayd me aleja de ella y esta se levanta. —¡GUARDIA, GUARDIA! —Se acercan hacia Zayd en gesto de Estamos a su disposición. —Asegúrense de que esta mujer no se vuelva a ver aquí.

—Como usted ordene jefe. Señorita acompáñenos hacia la salida.

—¡NO ME IRÉ!

—Señorita no nos obligue a sacarla por las malas.

—Atrévete a tocarme.

—Usted lo quiso así —Ambos guardias la toman por el brazo y esta se resiste a base de las piernas pero los guardias son más fuertes que ella.

Zayd me toma de la mano y nos adentramos.

—Ella vino y… —Lo Interrumpo poniendo mi dedo índice en sus labios.

—No necesito explicaciones. Confío en ti y en el amor que me tienes.

—Gracias cariño.

—Eh, eh, se dice JazakAllah —Digo simpática.

Segundo PlatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora